Tienes derecho a estar orgulloso de lo que eres. Ser sumiso no es nada que pueda traerte vergüenza o sentimientos de reproche. Tu naturaleza sumisa es un regalo y siempre debe ser una fuente de orgullo y felicidad.
Tienes derecho a sentirte seguro. Ser sumiso no debería hacerte sentir miedo, inseguridad o amenaza. La sumisión no se trata de vivir al límite o coquetear con el miedo. En cualquier situación debes sentirte seguro o nunca puede haber una verdadera rendición.
Tienes derecho a tus emociones y sentimientos. Tus emociones y sentimientos provienen de ti y son tan válidos como los de cualquier otra persona. Tienes derecho a ellos. Esos sentimientos, ya sean positivos o negativos, te hacen ser quien eres y reprimirlos solo traerá infelicidad más tarde.
Tienes derecho a expresar tus sentimientos negativos. Ser sumiso no te convierte en una persona que ya no tiene pensamientos o preocupaciones negativas. Tus preocupaciones son reales y tienes todo el derecho de expresarlas. Si algo no te sienta bien, te molesta, te hace sentir mal o simplemente no te gusta, dilo. No expresar tus sentimientos negativos podría dar la impresión errónea de que estás satisfecho con algo que no es placentero o agradable.
Tienes derecho a decir NO. Ser sumiso no te quita tu derecho a tener aversiones o sentimientos negativos sobre las cosas. Si algo sucede o está por suceder a lo que te sientes fuertemente opuesto, es tu deber hablar. Recuerda, no comunicar la palabra NO es lo mismo que decir SÍ.
Tienes derecho a esperar la felicidad en la vida. Ser sumiso no equivale a ser miserable, sufrir o una vida de desesperación. Tu sumisión debe traerte alegría, paz y satisfacción. Si no es así, entonces algo está mal.
Tienes derecho a participar en una relación. Tu eres un socio activo en cualquier relación que establezcas y tienes todo el derecho de contribuir. Eres sumiso, no pasivo. Para empezar, una relación que no incluya tus necesidades, pensamientos, esperanzas y deseos no es una en la que debas estar. Esto se aplica a las amistades, asociaciones y relaciones D/s.
Tienes derecho a pertenecer. Ser sumiso implica en gran medida el sentimiento de pertenencia. Muchas sumisas han expresado que fue al descubrir su naturaleza sumisa que sintieron que "pertenecían" por primera vez en sus vidas. Perteneces al estilo de vida y eventualmente pertenecerás a Uno. Es en esa relación en la que finalmente deberías encontrar el cumplimiento final de la "pertenencia".
Tienes derecho a ser amado y a amar. Cualquiera que te diga que el amor no encaja en una relación D/s nunca ha experimentado el cumplimiento de todo lo que realmente puede ser. Los sumisos son, por naturaleza, amantes y necesitan amor y tienen todo el derecho de esperar que esto sea parte de sus vidas. Se necesita amor para que su presentación florezca, así que no te conformes con menos.
Tienes derecho a estar saludable. La salud implica tu bienestar físico, mental y emocional. Cualquier relación, D/s o de otro tipo, que te haga sufrir física, mental o emocionalmente, más allá de tus límites, es abuso. No hay lugar para el comportamiento abusivo en una relación D/s y depende de ti asegurarte de que esas líneas no se crucen. Ser sumiso no le da a nadie el derecho de hacerte daño o herirte de ninguna manera. La comunidad de D/s te respaldará si te encuentras con tal situación, pero tu eres quien debe informarles antes de que puedan ayudarte.
Tienes derecho a practicar sexo seguro. No solo es un derecho, es un deber para ti y para otras personas con las que puedas entrar en contacto en una fecha posterior. Las enfermedades de transmisión sexual han alcanzado proporciones epidémicas y deben ser una preocupación para cualquier persona sexualmente activa. El sexo seguro es algo en lo que tienes derecho a insistir y a protegerte , nunca debes ser desalentado por alguien que realmente tenga sus mejores intereses en el corazón.
Autor: Anónimo
Fuente: La puerta de hierro
