Coche, parada para
comprar unos cigarrillos.
Ella se sonríe aunque empieza a salirse del plano cosa
que no me gusta y un par de frases de alineamiento son dirigidas a mi perra,
pero ella con su sonrisa y su verborrea parece que ha salido de picnic con algún amigo , Y NO ES ASÍ, mi perra esta con
su Señor y Amo Dominante y fuera de su contexto de sesión parece que se le
olvida. De todos modos considero que
esta desubicada y le doy un margen para que vuelva a su plano.
De todas formas deberé trabajarla para que no se
desalinee en las distintas situaciones en espacios abiertos.
Llegamos a la morada.
Todo está perfecto los instrumentos de trabajo, la mesa,
la casa caldeada y mi perra recibe mi beneplácito.
En la morada como si de un resorte se tratara entra
automáticamente en su plano de perra sumisa y servil abnegada donde el silencio
es el bien que más aprecio.
Ella siguiendo su orden de tareas predefinidas se dirige
a la cocina para hacer el desayuno, pero
le ordeno que me duche, estoy lleno de sal y me molesta en el cuerpo.
Mi perra por un
momento se confunde, pero entiende que
debo estar cómodo y me desnuda para luego ducharme.
Entro en la ducha, estoy desnudo y mi pollón expuesto
Mi perra lo mira en varias ocasiones.
Sé que mi perra está ardiendo después de todo el trabajo
anterior mientras intenta centrarse en su tarea. Gel, la toalla, ... le ordeno
que entre en la ducha para que me asee.
Ella empieza por la espalda, los brazos, piernas,
glúteos.
En ese momento estoy mirando a la pared con brazos en
alto como me gusta que me asee.
Me giro, el pollón está erguido, duro como una piedra y
desafiante.
En ese momento la perra no puede contenerse más y
disimulando para frotar las piernas del Dom. se agacha y lo mete en su
boca. Automáticamente pienso
"¿esta puta que se ha creído? ¿ con que puto derecho y sin una orden se
traga el pollón sin ordenárselo por muy perra excitada que esté?".
Le quito el collar para que no se moje, la agarro por los
pelos volteándola y poniéndola de cara a la pared. Con una azote la doblego
para que su culo grande y redondo de perra quede expuesto y la perforo. No la follo,
la perforo, ya que el golpe en su
coño provoca un sonido gutural al notar de un golpe en su interior un fuerte
trozo de carne duro y lubricado por el jabón.
Se traga su gemidos de dolor o placer, no me importa y la follo con dureza, mientras el chorro del agua caliente cae en
su espalda, hasta que decido que es suficiente,
no quiero que se corra.
Pero al final, ella con voz entrecortada dice “uno mi
señor” es la disciplina que se le ha impuesto en este Slave Day para que no
vuele y se centre en su sumisión ya que es una perra que se va al subspace con
mucha facilidad y la quiero centrada en lo que debe trabajar. No la quiero en esta sesión flotando con
los ojos abiertos mirando a la nada y bañada por las endorfinas que le segrega
su sistema hormonal cuando es adiestrada de forma intensa.
Salgo de la ducha y me seco, ella sigue allí, se lava su coño y termina de
asearse para en 5 minutos estar en la cocina.
Me prepara el desayuno como es habitual en los Slave Days
y empiezo a alimentarme sentado en el sofá mientras ella aseada y vestida como
una perrita se espera de pie manos atrás, tal como le ordené en los requisitos
previos.
Cambio de opinión, ahora deseo otra cosa.
La miro y con la mirada le ordeno el lugar donde debe
estar, en el suelo a mi lado.
Mientras me alimento mi perra debe hacer lo propio de los
perras, ponerse a mis pies, lamerme y
acurrucarse conmigo para notar mi calor.
Le acaricio el pelo y la cabeza, mientras me huele, lame
y relame, como se le hace a las perras que buscan algo y así transcurre el
desayuno.
Una vez termino, la
miro. Ella sabe que debe hacer
después del desayuno.
Se levanta y me enciende un cigarrillo ofreciéndomelo
mientras de nuevo vuelve al suelo y empieza su trabajo de perra sucia lamedora.
Así mientras en el sofá empiezo a fumar, mi puta esclava me abre el cinturón y me
desabrocha la cremallera del pantalón.
Agarra el pollón como si fuera un manojo de carne lo saca
al exterior y empieza su trabajo de ponerlo duro y grande, tragando y
pajeándolo hasta que el pollón empieza a tomar extensión y dureza.
Mientras yo, como a menudo hago, inicio mi perversión
favorita, quemar a mi perra en sus pechos y espalda mientras ella va tragando
el pollón.
En cada quemazón se contrae, se eriza, y cuando se le
calma el dolor vuelve con más intensidad, así hasta que se consume el
cigarrillo.
Una vez lo apago. Le digo a mi perra esclava ...“vamos
puta perra sucia clávate, quiero que sigas con tu coño”
Poniéndose de pie y de espaldas a mí, sitúa su culo abierto con las dos manos y se
clava en el pollón por el coño empezando el protocolo de trabajo.
Sube y baja de forma constante mientras admiro como el
pollón se hunde en el coño baboso de mi perra.
Durante un rato mi perra sigue con su tarea hasta que
oigo su voz entrecortada que dice ..” MI SEÑOR NO PUEDO MAS”.
Entonces la
levanto empujando su culo y le digo “perra a 4 patas en el sillón"
Caliente como un devorador hambriento, la empiezo a
someter y usar con dureza.
Mi perra tiene la cara clavada en el sofá y solo se oye
un balbuceo frágil.
Mis embestidas hacen retumbar el sofá en la pared.
Le castigo el coño, el culo…sin piedad
La cambio de posición, le agarro el cuello y la tumbo
boca arriba, azotándole la cara y
agarrándola por el cuelo en una comunión salvaje.
Ella empieza a entrar en el subspace, cuando la
intensidad de mis acciones la hacen no ser capaz de asimilar tanto cambio de
actividad
La follo por el culo y coño, mientras le azoto la cara y
le agarro el cuello. Mi perra sucia
hiperventila y se empieza a agitar nerviosa por lo que bajo la intensidad.
La vuelvo a situar a 4 patas en el sillón y con seis
golpes de pelvis en su culo, empiezan a salir los primeros borbotones de leche
de mi pollón.
El placer de expulsar la leche después de quince días, me
sube desde la planta de los pies y en cada contracción de placer expulso un
borbotón de leche dentro del condón hasta que los borbotones de leche llenan el
condón de tal forma que incluso se hincha.
En ese momento le digo a mi perra que chupe. Ella chupa el condón y la propia succión
hace que salgan las gotas que quedan aun en el conducto de mi pollón.
La muy puta, muerte el condón y empieza a tragar la
leche.
Ella se recrea ha conseguido uno de los trofeos más
preciados, que su Señor obtenga tal
placer que provoque que mis musculosos muslos entren en contracciones.
Mi perra sigue jugando con la leche dentro del condón,
sabe que hay mucha, hasta que saca el condón derramando una parte de la leche
que mancha el sofá y todo el suelo.
Ella le da la vuelta al condón, recoge con su boca lo que
queda y aun se permite embadurnarse la cara para que su cutis este mas terso.
En ese momento, la
cojo por su collar y la obligo a lamer la leche derramada en el suelo,
recordándole que las putas perra sucias recogen la leche de su señor con la
boca.
La putita sin mediar palabra limpia el suelo y así se
queda a 4 patas, cara en el suelo,
lamiéndolo todo mientras yo me aseo.
Le ordeno que se levante, que limpie bien el suelo y
también el sofá y que se asee, tiene el rímel corrido, el pelo revuelto y
pegajoso del semen, la cara también pegajosa y empieza a tener las ojeras propias
del esfuerzo de la sesión ya que mi estilo es de realizar sesiones muy físicas
en las que a mi perra se le exige bastante energía y sometimiento.
Y después de esto, mi perra me dice que tiene los pezones
muy doloridos e incluso uno de ellos le ha sangrado en sus pre-tareas de
dilatación de pezones, antes de la
sesión.
Ya me había dado cuenta de ello y decido que los dejaré
descansar en contra de lo que tenía previsto.
La puta perra obedece tanto que se ha pasado con el entrenamiento
pre-sesión
Primera falta grave. Así que deberé poner remedio a esto
en la próxima sesión. Ella debe
encontrar el punto exacto en el que obedecer, pero estar absolutamente útil en
sesión.
Empieza el segundo round,
pongo a mi perra las tobilleras y muñequeras para luego atarla a los
cáncamos de las paredes de forma que queda de pié con los brazos en cruz en
medio del salón.
La tengo expuesta para mis perversiones con antifaz en
sus ojos y accesible por todos sus lados.
Empiezo la sesión de azotes necesaria para que mi perra
esté mejor adiestrada y me brinde la sumisión de su cuerpo en el que yo obtenga
mis deseos más profundos y la excitación
mas placentera.
Es el momento de estrenar la vara que he bajado de
Benasque.
Empiezo con azotes suaves en su culo y espalda. La intensidad sube mientras mi perra sigue en
silencio, ya que el silencio es el valor que más admiro de mi perra
Ella acepta los azotes estoica sin siquiera un gemido,
solo su cuerpo se contorsiona buscando alivio.
Dejo la vara y sigo con los gatos a dos manos, subiendo
la intensidad y bajándola luego con dos plumas negras para que de los azotes y
el dolor pase a la suavidad de las plumas.
Así la tengo durante 20 minutos.
Su cuerpo está marcado pero aun no lo suficiente.
Tengo mi miembro duro de los azotes y me dirijo a sus
pechos.
Los agarro por debajo, como su estuvieran puestos en una
bandeja, y empiezo a azotarlos con la vara hasta que la piel blanca de mi perra
se torna rojo intenso.
Así pasa un buen tiempo de azotes hasta que decido
desatarla y de rodillas terminar esa perversión con un profundo Deep proof
donde mi perra traga mi pollón hasta empotrar su cara en mi pubis que es como
me gusta.
Tras un rato de
recrearme con el Deep proof, cojo
la mesa de centro del salón y pongo a mi perra sobre la mesa atada de tobillos
y manos, de tal forma que el culo y el coño quedan a mi merced.
Me siento en el sofá con mi perra así atada y expuesta
frente a mí.
La imagen es excepcional,
mi perra con las piernas levantadas fijadas por sus tobilleras a las
muñequeras de sus manos, enlazadas con dos pequeños mosquetones.
En ese momento empiezo con un lento y profundo fisting
Primero mis dedos, luego mi mano. Me recreo, le unto el coño con aceite y
vuelvo a introducir mi mano hasta la muñeca mientras le meto tres dedos en el
culo.
Ella se contonea y yo excitado por la practica la fisteo
con intensidad.
Ella se mueve cada vez con movimientos más convulsivos.
Me recreo de nuevo y le coloco en el coño un gran
calabacín que tiene unos 26 cm de largo por más de 17 de contorno.
Lo unto de nuevo de aceite y se lo clavo con intensidad
en el coño.
Ella sigue moviéndose por la mezcla de placer y de
violación que le produce un calibre así en su coño.
Cada vez que lo retiro, éste está abierto mostrando 5 o 6
centímetros de cavidad abierta en su coño lo que me produce una excitación tan
intensa que mi pollón está muy muy duro.
En ese momento me levanto y le follo el culo mientras
meto mi mano en el coño para reencontrar con la mano mi miembro en el interior
de mi perra.
Perfecto, el
pollón en el culo, mi mano entera en el coño de mi perra y así me hago una buen
paja en el interior de mi perra mientras ella susurra "si mi Señor…si …si ... si mi señor lo
que usted necesite mi Amo" "Mas mi señor tome lo que necesita".
Y así sigo masturbándome en el interior de mi perra
intercambiando mi mano y mi pollón entre el culo y el coño, hasta que de nuevo
mi perra dice "dos mi Amo dos".
Y se corre por segunda vez, haciéndolo yo cinco minutos
más tarde cuando pongo mi perra a cuatro patas y la follo azotándola en el
culo, sacando el pollón del culo y regando toda su espalda con una buena
corrida.
Así termina otra perversión y le ordeno que se asee de
nuevo y me prepare la comida. Tengo hambre después de tres corridas y un gran
número de perversiones.
Me aseo y me preparo para comer.
Es el momento de comer y mi perra empieza a sacar
alimentos que no le habían sido ordenados
Inicialmente no le presto mucha atención, y algunos de
ellos no son de mi agrado. Pienso que
mi perra los comerá para acompañar su plato de arroz con pollo, y le dejo
hacer.
Poco a poco ella entre el trajín de la cocina y los
platos que pone que no he pedido, empieza a salirse de su plano, a desalinearse
ya que ella debe servirme la comida como acto principal y cuando yo esté
servido y empiece a nutrirme ella se preparará lo suyo, pues no, la puta perra
se ha permitido pensar por su cuenta y ha considerado que mientras está en la
cocina yo puedo ir picando alguna cosa.
Y si, pico alguna cosa que me gusta y le informo de lo
que no me gusta.
Estoy aguantando ya que quiero ver donde desencadena este
desalineamiento, y cuando toda la acción llega a su fin, observo con el pollo
no está bien tostado y encima la puta esclava justificándose "no mi
Señor, está bien" y empieza su
verborrea de perra justificadora, obligándome a ponerla en el plano de forma
inmediata.
La reprimenda es importante. "perra así no se hacen
las cosas, que es esto de estar en 3 o 4 cosas y no centrada en lo tuyo, como
coño está el pollo, crees que estoy gastando mi tiempo y esfuerzo para
esto" y automáticamente me levanto, agarro la fusta, la azoto.
Y mientras la azoto, le digo "perra que sea la última vez que me
pones la comida en la mesa de esta forma, cuando el dominante come todo debe
estar en su lugar y como él quiere."
azotándola mientras le hablo, en cada azote le remarco. " que sea
la última vez que sucede esto de lo contrario el castigo que recibas lo
llevarás en tu piel durante semanas".
Sentándome de nuevo le digo "ahora mala esclava
recoge la mesa de rodillas. vamos puta no quiero oír ni un gemido" y mi perra sumisa con la mirada baja y sus
facciones entre asustada y decepcionada con ella misma, va retirando todo de la
mesa de rodillas, de la cocina a la mesa, de la mesa a la cocina.
Después de tener la mesa limpia se hace el silencio, mi
perra con la mirada baja compungida por su falta a su Señor en su día del
bautizo.
Cuando le he permitido entrar por derecho en mi mundo, mi
perra es el día que mas grave ha tenido su comportamiento así que con voz calmada pero asertiva le
repito " lo ves perra, así tu Amo
no está orgulloso de ti, que no vuelve a suceder ¿lo entiendes?
"...." perra esclava piensa ahora en qué momento te has creído con
derecho de hacer lo que pensabas y de no tener las tareas bien realizadas" "perra sucia piensa y reflexiona para
que no se vuelva a producir " mi
sumisa zukia asiente con la cabeza mientras la miro.
Ella de rodillas junto a mí, cabeza muy agachada, mirada
al suelo, una pequeña lagrima se desliza por su mejilla, mientras un silencio
sepulcral se hace en el salón.
Ella sabe que no deben salir de sus labios ni un solo
pero, ni justificación ya que tiene marcado a fuego que la palabra de su Señor
es la última que suena siempre ante su presencia.
Así pasan 4 o 5 minutos que quiero en silencio para que
ella piense.
Después de esto le digo y "ahora que
perrita". Y ella automáticamente
me dice " mi Señor le preparo el café".
"Por supuesto pero de rodillas". Y así se retira a la cocina, me trae mi café
de rodillas y pregunta si puede tomar uno. Le doy permiso y ambos tomamos el
café en silencio mientras enciendo un cigarrillo y le ordeno que fume ella (mi
perra hace días que no fuma pero no me importa, aunque observo que mantiene el
cigarrillo en el cenicero y no fuma, solo dio 2 caladas.
Después de unos minutos le ordeno subir al sillón conmigo
y ella se pone sobre el sillón poniéndose sobre mi regazo, buscando mi
calor. Incluso con la posición adoptada
buscando su perdón, poniendo su cabecita perra indisciplinada entre mis manos
para notar el calor del Dominante mientras le toco la cabeza y le doy suaves
palmadas en su culo que emerge en pompa sobre sus piernas.
Así estamos unos 5 minutos. Paso mis manos por el cuerpo de mi perra
que desnuda sobre mi empieza a suspirar e intensificar la respiración y con voz
tenue repite " perdón mi Señor " perdón mi Señor".
En ese momento la
giro boca arriba y ella queda estirada en el sillón con la cabeza encima de mis
piernas. Entonces empiezo a azotar mi
coño, ella de forma automática abre las piernas y espera cada uno de los azotes que su Señor le da en el
coño. No son duros, más bien son para
que sea consciente de que va a empezar a ser usada de nuevo.
Mi perra zukia me conoce y sabe que en breve será de
nuevo usada después de la comida y sabe seguro que durante ese round será
castigada por su comportamiento en la comida.
Los golpes sobre el coño se intensifican y mi mano
empieza a mojarse. Mi perra esta
babeando de nuevo, tiene el coño como un bebedero de patos.
Le separo los labios del coño dejando el clítoris al
descubierto y empiezo mis perversiones .... lo escupo...lo froto...lo
estiro....lo aprieto...lo majeo ... lo magreo...hasta que esta tan duro e
hinchado con la capuchón de un bolígrafo
bic puntiagudo e hinchado.
Mi perra empieza con las convulsiones, como buscando no
tener las sensaciones en su clítoris tan directas e intensas. Mientras yo intensifico la actividad y al
mismo tiempo el castigo metiendo la otra mano en el coño.
De repente tres gemidos intensos acaban en un chorro de
orina que sale disparada hasta la cortina que está a medio metro y de repente
empieza una gran meada de mi perra que acaba manchando todo el sillón.
"Mi señor 4"
dice ella e inmediatamente le ordeno que toda meada se ponga a cuatro
patas delante de mí, mientras sentado en el sillón me saco los pantalones de un
plumazo y rodillas en el suelo es enculada por el pollon que de la perversión
anterior está de nuevo caliente y
erguido.
La uso de nuevo por todos sus agujeros y cuando mi perra
está bien usada la levanto y empieza con dureza un deep proof, mi perra ya está
entrando en subspace de nuevo, ya que después de correrse y ser usada por los
agujeros durante unos 20 minutos de repente debe seguir haciendo bien sus
disciplinas y tragar...tragar con cierta violencia en señal del castigo de la
comida. La atiborro con la carne del
pollón. Ella con la piel erizada la
saca como puede y una arcada acaba en un vomito que lubrica bien su tráquea. Le digo "bien perra ahora es el
momento, es tu primer vomito en un deep
proof. así que ahora empiezas a estar bien dilatada de esófago" , y así
es...de nuevo le empalo la boca con golpes duros, agarrándole la cabeza y la garganta me pajeo
yo mismo, hasta que de nuevo otro
borbotón de vomito sale por su boca.
Ella escupe en el suelo y se limpia la cara, pero sigo siendo perverso y
exigente y de nuevo le ordeno que trague por tercera vez. Ella así lo hace y con tanta actividad en el
pollon siento la necesidad de una lluvia dorada, así que le ordeno " perra saca la polla de tu boca y ponte
a cuatro patas ". Mi perra se gira
y obedece.
En ese momento cojo el gato y la azoto. La azoto con intensidad en su culo en pompa
y veo como la muy perra que tiene cerca la mesa con los instrumentos, alarga
una mano. La dejo hacer y coge una pala
de pinchos que coloca sobre su lomo, invitándome a usarla. Entonces la azoto simultáneamente con la pala
y el gato. Dejo la pala y al minuto
siguiente, la puta perra vuelve a coger la pala y a ponerla sobre su lomo. "Vas a tener pala, si, pienso". Así que dejo la pala en su culo quieta y
apoyo mi peso en ella con fuerza para clavarle todas las agujas despacio y con
fuerza, para luego azotarla ya sin
miramientos. Su culo es un espectáculo
de puntos con gotitas de sangre.
Entonces cojo de nuevo el gato y mientras la azoto, le
baño la espalda con una intensa lluvia dorada, la cabeza, la cara, la azoto y la meo, tomándola como
absoluta propiedad mía.
Termino de bañarla, el escenario es realmente sucio y
perverso. El suelo inundado de una
larga meada y de un par de vómitos, mi perra completamente meada y sucia. La cojo del cuello por su nuevo collar y le
ordeno "perra sucia limpia el suelo". La cojo por el cabello y pego su cara en el
suelo, la froto contra el piso. Ella hace un rato que está en el subspace,
flotando por la estancia y en un semi-trance provocado por el conjunto de mis
perversiones y exigencias.
La tengo aturdida, físicamente usada y ella vencida
aunque con cara de satisfacción. Tanto
que de nuevo aún toda sucia y usada me produce una excitación máxima, por lo
que la levanto, le pongo el pollon duro de la perversión y ella con una
larga y extensa mamada recibe otra
corrida de su señor esta vez en su boca mientras le digo "perra traga toda
la leche de tu Señor, de eso te nutres".
Ella entre extasiada y contenta de que su Señor descargue sobre la perra
de nuevo, está unos minutos recreándose con la leche de su Señor, mientras yo
tiemblo de latigazos de placer que me suben por los huevos hasta el vientre.
Tras ese momento y viendo en el reloj que son casi las
5, cierro la sesión y le ordeno que
limpie la estancia y se asee, para poder volver a Barcelona.
Me marcho medio satisfecho de la sesión ya que habiendo
sido el bautismo, mi perra en dos ocasiones ha esta fuera de su plano, a pesar
de que ella sabe que en un slave day o día de la esclava no se le permite
salirse del plano y rol, a no ser que le de un rato de recreo
En resumen desde las
9:45 a las 17:00 han pasado 7:15
horas en los cuales mi perra ha dado lo mejor de sí y yo la ha mantenido en el
estado de sumisión y esclavitud que ella necesita para sentirse plena en todos
sus estadios de la vida, Por cierto
que 7 horas no son fáciles de resumir pero mi perra llegó a contar hasta "
nueve, mi Señor".
He sacado de mi interior aquellas perversiones que me
hacen relajarme y divertirme. al final aunque con algún contratiempo el
bautismo estuvo correcto.
Deberé empezar a pensar en ampliar los horarios del slave
day ya que 7 horas son pocas para todas las perversiones que tengo en la mente
para mi perra esclava en un slave day.