jueves, 16 de enero de 2020

La vida





  • Conoces a alguien.
  • Por fin.
  • Después de cientos, de miles, de millones de ranas besadas.
  • Alguien que parece que merece la pena. alguien educado, que pone comas, que te da los buenos dias y las buenas noches.
  • Alguien que no tiene una mochila del tamaño de Europa a sus espaldas.
  • Alguien que tiene una conversación superior a la de un simio.
  • Alguien.
  • Y te ilusionas, claro, joder, cómo no te vas a ilusionar.
  • Porque sola estás bien, pero es que la vida es mucho mejor en compañía.
  • Y necesitas que te toquen y tocar para sentir que estás viva.
  • Todo el mundo lo necesita.
  • Porque después de aquel primer amor que te hizo darte cuenta de que lo que sucedía en las películas románticas era un engaño manifiesto.
  • Después de comprobar que nunca acabas de conocer a nadie y que puedes dormir durante años al lado de un auténtico desconocido.
  • Después de la incredulidad y del daño.
  • Después de verte en un juzgado con alguien que un día te susurraba te quiero al oído,
  • Después de reproches varios y discusiones absurdas por el papel higiénico.
  • Después de separarte y decir se acabó.
  • Después de quedar con otras personas y comprobar lo mal que está todo, madre mía del amor hermoso.
  • Después de encerrarte sobre ti misma.
  • De coserte la decepción a la piel y hacerte un escudo a prueba de imbéciles.
  • De pasarte años ocupada en subir y bajar montañas, conectar con tu yo interior haciendo yoga, pintar bodegones, salir de fiesta, hacer puzzles y cursos online, de apuntarte a inglés, de hacer maratones solitarios de series, de comprobar el gas antes de salir de casa diez veces, de amar a tu gata aunque sea arisca y te tenga totalmente arañada, de masturbarte en la ducha antes de enjabonarte, de estar siempre disponible para los demás.
  • Después de todo eso
  • Por fin alguien que no eres tú
  • Y entonces te abres
  • Muestras a esa niña ilusionada, miedosa, frágil y vulnerable que eres.
  • Muestras lo que te pasó, lo que te sucede y lo que te gustaría que ocurriera
  • Tu interior y tu exterior de pronto son uno
  • Qué bien
  • Te lanzas y te arriesgas y extiendes tu cuerpo para recibir el abrazo
  • Porque ya estás preparada de nuevo para el amor
  • Y entonces ese alguien educadamente, con sus comas y  sus puntos y sus tildes y su todo, te dice con un mensaje que es que tiene dudas, que no eres tú, es que él es complicado, es que va muy deprisa, es que sigue colgado de su ex, es que no está preparado para una nueva relación y un emoticono picando el ojo
  • Que no está preparado para una relación, te dice
  • Después de haberte follado, de haberte repetido lo maravillosa que eres, de haber pasado fines de semana en su casa, de haberle sacado al perro, después de haberle comprado antibióticos y haberle llevado un caldo por sorpresa, después de recogerle en el aeropuerto, de imprimirle la declaración de la renta porque no tengo tinta mil gracias eres la mejor
  • No está preparado
  • Y tú es que no te lo puedes creer, claro, joder
  • ¿Otra vez aquí?
  • ¿Otra vez esta mierda?
  • Y te juzgas y te culpas y te llamas idiota y es que no aprendes
  • Si habías jurado que jamás volverías a estar así por nadie
  • Arrastrándote, dolida y llorando
  • Con lo bien que estabas subiendo y bajando montañas, con el curso online y las maratones de series.
  • Y ahora mirando la hora de su última conexión
  • Ahora con su nombre grapado en el tablón de la mente cada mañana
  • Ahora releyendo una y otra vez sus mensajes en busca del sentido oculto de los mismos en el que se confirma que de verdad te quiere
  • Ahora con la herida
  • Maldiciendo el día en el que te decidiste a confiar
  • Y te prometes que es la última vez y que nunca más
  • Pero la última vez será cuando ya no estés
  • Porque amar es el riesgo de existir para los valientes
  • Y es mejor haber apostado que haber sido un miedica que no comparte
  • Ahora viva
  • Y lo que siempre, siempre, siempre te queda
  • Son las amigas
  • Para curarte
  • De todos esos seres llenos de cobardía
  • Que no supieron valorarte

Roy Galán


martes, 14 de enero de 2020

video E8, de libro

https://youtu.be/oawwcVW-JXg

https://www.youtube.com/watch?v=zyh-eu-lhNc


E8 fue un niño con una madre muy amorosa que no le puso límites y un padre frío y distante, ausente, quizás machista por la época.
El complejo de Edipo, que tuvo muy marcado, se le acabó de sopetón a los 7 años.
A esa edad, al niño de sopetón se le puso un límite, a lo que no estaba acostumbrado. las demostraciones de cariño a su madre, mientras que, su padre no se cortó ni un pelo de hacer "ciertas" demostraciones de posesión de su madre, frente al niño.
Paralelamente, el padre decidió cambiar de país, con lo que el niño también perdió de un plumazo todo aquello que conocía, su lengua, personas, ciudad, cole.
Es  muy posible que con el cambio de país,  él tuviera una mayor necesidad de acercarse a su madre, de sentirse seguro y amado.
Aquello fue un mazazo al niño.

El niño sintió tal dolor, rabia y odio por la frustración al quitarle todo su mundo conocido y serle impuesto el límite de su amor y cariño por su madre que en lugar de llorar, se negó a sentir el dolor, desarrolló un rechazo total a todo lo amoroso y tierno.   Se dijo a si mismo que en realidad él no quería eso, sustituyéndolo con  un sentimiento de posesión y venganza.
Al mismo tiempo que desarrollaba una actitud desafiante, rebelde, despreciando a las personas débiles.
La rabia fue su motor,  se puso una sólida coraza que protegía su corazón, el corazón de un niño dependiente, prematuramente expuesto a circunstancias adversas.

Se volvió asocial, pero fue aprendiendo los comportamientos sociales, y consiguió llevarlos a cabo con absoluta naturalidad, aunque él sabe interiormente que lo hace con nula empatía, toda la frialdad y desde la distancia.   De hecho le importa poco la conversación.
La nula capacidad de sentir emociones le hace ser muy asertivo, dando una imagen fuerte. segura,  desafiante, desarrollando paralelamente una necesidad de supervivencia satisfactoria, gran capacidad de control, para evitar cualquier indicio de posible pérdida de control.
Forma parte del grupo de personas viscerales que reciben más facilmente impresiones intuitivas a través del cuerpo.
De hecho  se expande físicamente como para llenar el espacio, escrutando las cualidades de presencia y poder de las personas y situaciones, tiene un gran entrenamiento en sondear cualidades y distinguir el grado de poder.
Su forma de atención básica es la de negación.
Cree que su forma de actuar es la "única" correcta.
Cuando discute, comprueba las motivaciones, ya que considera que la verdad siempre sale durante una disputa.

Ya adulto, esa desconfianza en las personas le llevaron a poner a prueba continuamente a sus personas allegadas, ese sentimiento de venganza, esa negación de la entrega tierna y amorosa, todo ello formaba ya parte de su forma de ser. 
Paralelamente fue desarrollando una conducta antisocial, fruto de su desconfianza absoluta por todas las personas.
Pero eso le producía insatisfacción la cuál le generaba sentimientos hostiles y reafirmaba una forma de relación ni amorosa ni tierna.    Además, no sentía ningún limite.

Negado el sentimiento amoroso y pasando a ser simplemente sexo, se dedicó en cuerpo y alma a estudiar, hacer deporte y a ganar dinero.
Todo cuanto hacía lo hacía de forma muy intensa, tratando de calmar su propia agresividad.
Se hizo insensible a lo sensible.   No contactaba con la parte tierna porque lo percibía como vulnerable, se distanciaba tanto para dar como para recibir para no sentirse vulnerable ni debil lo cuál para él era inadmisible. 
Sus mayores miedos son el engaño, la traición, que le dañen, avergüencen o ridiculizen y para ello se ha puesto una coraza de hostilidad, arrogancias, fuerza, insensibilidad, despreciando la debilidad, la lástima, la compasión, etc.
Aunque en el fondo, lo único que quiere era sentirse querido y amado.

Alto, espigado, deportista, encontró a una chica guapísima y se casó con ella.
Tuvieron 2 hijas.
En realidad él ya tenía auténticas dificultades para su entrega amorosa y tierna, donde se relacionaba de forma dominante y posesiva.

Una pareja, donde ella sentía mucho amor, donde con seguridad se sintió querido y amado, pero él no tenía en absoluto sentimientos amorosos, pero él ya no podía, su carácter, sus emociones ya estaban hechas, donde él sustituía esa falta de entrega amorosa con mucho sexo, que por otra parte necesitaba, lo cuál le ayudaba a reducir la tensión y el stress, en una actitud posesiva y dominante, donde esa posesión le autorizaba a tener un sentimiento de venganza y hostilidad.

En un momento dado, algo falló.   Él de forma instintiva explotó con toda su agresividad, todo su afán de venganza, etc. etc. etc.

Desconozco si fue a través de psicólogo o por si mismo, pero él fue consciente de como actuaba y del daño ocasionado a esa mujer que le amaba de verdad, del daño que causaría a esas hijas, pero también comprendió que sería dañino con cualquiera.  Decidió apartarse de ellas, irse a vivir solo, viendo a las niñas con determinada frecuencia.   Decidió que a ellas no les faltaría de nada.

A la primera hija y como todo padre, quiso enseñarla a defenderse de este mundo hostil, quiso prepararla para que nadie le hiciera daño en el corazón.  Fue duro, implacable, como él era.   Y así es, como él.
A la segunda hija, la educó su madre, ella es dulce, tierna y amorosa.
E8 reconoce que su hija mayor es como él, y chocan, sin embargo le gusta más estar con su segunda hija, con la que no choca, con la que puede relajarse.  Donde seguramente él puede pensar que puede ser amado sin ser dañado, relajando su fondo de venganza.

Mantiene su anillo de casado en el dedo, le recuerda quien le amó y el momento en que fue consciente de si mismo.

A partir de ahí E8 trabajó en si mismo.   No sé si lo hizo solo o con psicólogos, aunque pienso que lo hizo con psicólogos.
Decidió que nunca más tendría una pareja y que viviría solo.   Fue consciente de que su carácter y su forma de hacer, que esa agresividad y ganas de venganza, le producían una enorme necesidad de intensidad en todo cuanto hacía y no los podía controlar.
Necesitaba hacer un planteamiento de su vida, de encontrar mecanismos y herramientas para controlar, encauzar y/o controlar esa necesidad interior de intensidad en todo.

Conoció a un Master. con el que estuvo los siguientes 6 años pasando los fines de semana, apaciguando su intensidad sexual, dando alas a su lujuria, donde podía ser cada vez más intenso en su lujuria.  Un Master que no solo le enseñó las técnicas, la psicología de la dominación y la sumisión, donde aprendió a autocontrolarse y posiblemente a conocerse mejor.

Ahora es un hombre de cierta edad que ha vivido muchas relaciones y situaciones.
Que ha mantenido su palabra de mantener a su familia, dando buenos estudios a sus hijas.
Un hombre que ha "trabajado" psicológicamente en si mismo. 
Un hombre que se conoce tanto a si mismo, conoce tanto sus defectos que ha separado los distintos campos de su vida, las personas con las que interactúa en su vida, de forma que sean absolutamente independientes y ninguno se cruce con el otro.  Unos círculos donde tiene absolutamente delimitado hasta donde pueden llegar los demás.

Consciente de sus necesidades y de sus excesos, ha desarrollado una serie de herramientas,  mecanismos para su propio autocontrol.   Él lo llama "enunciado". 
El enunciado, es una serie de reglas que seguirá en sus relaciones, donde él define como quiere que sea la relación en todos sus ámbitos, y donde traslada a una relación de dominación sus necesidades de autocontrol, donde delimita el campo de juego.

Es plenamente consciente de su estado interno y es consciente de que actúa sin culpa ni remordimiento, como un sádico mental, sin empatizar en absoluto con los sentimientos de los demás, los cuales además niega y ridiculiza en una actitud donde se siente superior.  Como si los sentimientos te hicieran débil. 

En las relaciones sexuales siente pasión por la búsqueda de la intensidad, busca el placer y el goce a través de la intensidad con experiencias intensas que le dan un plus.  Intensidad que además busca en otros ámbitos de su vida.
Si no tiene esa intensidad, se aburre y busca nuevas actividades o nuevas personas para conseguirla.  Una vez conseguido, tiene una sensación de triunfo.

Tiene ya cierta edad, es maduro, ha tenido multitud de experiencias, se conoce a si mismo, tiene herramientas y mecanismos de autocontrol. 
Se ha serenado, es capaz de valorar y decidir el tener una relación más mantenida en el tiempo, pero en un "chas" sigue saliéndole su propia forma de ser, aunque se toma el tiempo para racionalizar y se toma el tiempo para intentar no dañar.
No quiero ni imaginar la bomba de protones que era en su juventud.
Sigue negando y ridiculizando los sentimientos amorosos.

Dudo respecto al psicólogo o a que terminara las visitas al psicólogo, porque si hubiera hecho todo el camino, el resultado habría sido que habría vuelto a descubrir los sentimientos de ternura que ocultaba desde la pérdida de la inocencia, dejando de buscar exteriormente a los culpables.  Y eso no ha sucedido, no ha llegado a descubrirlos. 
De lo que si estoy segura es de que llegó a sentir una gran culpabilidad que se recriminó a si mismo y guardó para si mismo.   La culpa que dé a los demás, nunca será tan grande como su sentido de autoculpabilidad.

Sus obsesiones son:
- el control del espacio personal y de las personas que pueden influir sobre su vida.
- la preocupación por la justicia y la protección de las personas inocentes.
- negación de los sentimientos reales mediante la separación, objetando aburrimiento
- Atiende conversaciones de forma intransigente, en base a todo o nada, viendo las cosas desde los extremos.  justo/injusto, fuerte/débil.  Sin términos medios.  Esto le conduce a la negación automática de otras opiniones, siendo la suya la única legítima

Ahora con más serenidad por su autoconocimiento y aún intentando no dañar, hace mucho daño.  Suele ser demoledor cuando lo tienes de culo.



 


















Corporalidad E8: El desafiante, la lujuria

CORPORALIDAD DEL ENEATIPO 8
Las personas con el patrón de personalidad de los eneatipos 1, 8, 2 y 7 (caracteres Rígidos), tienen tendencia a presentar un cuerpo con las siguientes características:



La cara es expresiva y armónica, como el resto del cuerpo, con una mirada viva y chispeante. En los eneatipos 1 y 8 (especialmente el eneatipo 8), puede haber cierta contractura en los músculos maseteros.
Músculos largos de la columna vertebral (más en el eneatipo 2, que en el eneatipo 7 donde puede generar problemas traumatológicos, por necesidad de mantener siempre el porte erguido y altivo).
Contractura del diafragma, que disocia la conexión entre los afectos y las necesidades, desconectando también los afectos de la sexualidad. El diafragma no se encuentra bloqueado, por lo que su respiración es bastante libre.
Es un carácter muy cargado energéticamente, pero ésta energía está bloqueada a nivel de la pelvis, dificultando la entrega amorosa profunda. La pelvis si está bloqueada en retroflexión forzada, como forma de contener su carga.
Sus piernas y brazos están bien proporcionados en relación al resto del cuerpo, sin más tensiones que en las corvas (parte trasera de las rodillas), y estas en relación con el componente oral del eneatipo 2 y el eneatipo 7 (en extensión), o del psicopático en los eneatipos 1 y 8 (en ligera flexión).
En la última etapa del desarrollo infantil el niño desarrolla su capacidad sensorial erótica (ver origen eneatipo 8). La coraza corporal se estructura en función de contener las excitaciones sensoriales eróticas y se caracteriza por una rigidez corporal generalizada, sin zonas especialmente bloqueadas.

De ahí que los eneatipos 1, 2, 7 y 8 no presenten bloqueos claros en uno o varios anillos corporales, sino que han estructurado una coraza corporal en forma de malla (eneatipos 2 y 7) y en forma de tubo (eneatipos 1 y 8). En la distribución en malla la energía queda repartida por todo el cuerpo, proporcionando gracilidad a los movimientos, especialmente al subtipo histérico (eneatipo 2). En la disposición en tubo, la energía fluye libremente a lo largo de ese tubo, dejando más libre al impulso agresivo y evitando al tierno, lo que les dotará de unos movimientos más rígidos.

De este modo han generado una capa de defensa que recubre todo el cuerpo, lo que les proporcionará una eficaz defensa ante la angustia, con la que apenas tienen contacto. Su principal bloqueo estará, por tanto, a nivel subcutáneo, dificultando su capacidad de entrega amorosa y contacto tierno profundo.

e8La expresión facial varía de unos subtipos a otros. Mientras los eneatipos 2 y 7 tienen una expresión más tierna y dulce, los eneatipos 1 y 8 parecen más duros y fríos. Aun así, en todos ellos la expresión es más abierta y franca que en el resto y destaca una mirada más viva (si no es así, será síntoma de patología grave), más coherente con su estado emocional, no tan congelada en una determinada emoción (terror en el eneatipo 5, control en los eneatipos 3 y 6, resignación en el eneatipo 9 o pena en el eneatipo 4).

El cuello es normalmente largo y estilizado y es donde se dan las mayores tensiones, debido al control de las emociones. La columna vertebral parece bastante plana, con cierta tendencia a cargar la pelvis hacia atrás. La espalda suele estar en tensión y contracción, resultando dolorosa, aunque de manera esporádica. Las tensiones a lo largo de la columna vertebral y la rigidez de la espalda les aportan un aspecto elegante, orgulloso, incluso altanero y severo, pero sacrifican sus curvas fisiológicas, limitando la movilidad. Los hombros suelen estar ligeramente echados hacia atrás, especialmente en el subtipo histérico, favoreciendo un aspecto más provocativo, como si buscaran el contacto físico pero manteniendo la distancia, y al mismo tiempo, indican el control de las emociones tiernas (miedo e inseguridad). Los brazos y las manos están bien conectados, por lo que suelen ser personas que las utilizan de manera coherente a las emociones. El bloqueo de los brazos tiene que ver con el dar, seduciendo, pero evitando el contacto real y con la dificultad para poner límites efectivos (brazos en jarra o dispuestos a lo largo del cuerpo pero sin sintonía con el discurso o con el resto de la actitud corporal, no saber decir que no).

El tórax es armonioso en relación al resto del cuerpo y presenta mayor dureza en la espalda que por delante, porque ahí es donde se sensan los sentimientos tiernos, que estos caracteres, en general, tienen bastante inhibidos. El diafragma, como en todos los demás caracteres, también está en tensi tensión, aunque no bloqueado. Habitualmente, estos caracteres, cuando tienen crisis de ansiedad o angustia que son poco habituales como se ha dicho, las sienten en la boca del estómago (ardores), un poco más abajo del diafragma, o bien en la garganta (sensación de ahogo). Esto indica que no hay bloqueo diafragmático y en el caso de darse una de estas crisis de angustia, los caracteres rígidos reaccionan con crisis de histeria (eneatipos 2 y 7) o bien con desvanecimiento y flojera muscular (eneatipos 1 y 8).

La pelvis y la sexualidad genital cumplen en estos caracteres la función tanto de contención emocional como de descarga erótica. La pelvis aparece en retroversión crónica, más evidente en unos subtipos que en otros, y el movimiento de descarga hacia delante es realmente complicado para estos caracteres. En los eneatipos 2 y 7 en particular, la pelvis está completamente desconectada de las emociones, y por eso parece estar más suelta que en los otros subtipos. Las nalgas no suelen estar tensas, puesto que la función de contención de la pelvis la ejercen los músculos lumbares.

Las piernas sí suelen presentar tensiones, especialmente en las corvas, que a diferencia del carácter psicopático (eneatipos 3 y 6), estarán en hiperextensión crónica, es decir, muy estiradas. Esto demuestra una falta de confianza en su arraigo, como si no fuera suficientemente seguro, y poca flexibilidad frente a la realidad. Los pies suelen ser armónicos y bien formados.

E8 con E1

Tipo Ocho (el Desafiante) con Tipo Uno (el Reformador)

Contenido [Mostrar]

Que se aportan mutamente

Los Unos y los Ochos tienen una preocupación común con la lucha por la verdad y la justicia en su mundo.
Ambos sienten a menudo (aunque de diferentes maneras y por diferentes razones) que depende de ellos oponerse a lo que perciben como una injusticia o una falsedad.
Ambos pueden verse a sí mismos como galantes cruzados que protegen a los débiles, corrigen los errores y hacen del mundo un lugar mejor.
En una relación, estos dos eneatipos están orientados a la acción, y si su atención y energía se dirige hacia causas sociales en particular, pueden tener un gran efecto en su familia y en su comunidad, quizás incluso en su país o en el mundo.
Ambos traen una cierta nobleza de visión y un propósito enfocado, practicidad y perseverancia en apoyar lo que ellos creen que es correcto.
Ambos están dispuestos a sacrificar mucho para hacer lo que creen que se debe hacer.
Para ambos, la imparcialidad es de vital importancia.
(Unos traen un sentido de verdad y justicia absoluta o ideal mientras que los Ocho traen un enfoque más práctico e inmediato a estos conceptos.)
La combinación puede ser muy poderosa: logran cosas con un claro sentido de propósito y misión personal.
Ambos son decisivos y directos, aunque los Ochos traen una pasión y un gusto que contrarresta el autocontrol y la corrección de los Unos.
Los Unos pueden encontrar a los Ochos emocionantes, física y terrenalmente hablando, por todas las cosas que representan en sí mismos.
Por lo tanto, puede haber una fuerte atracción de ambos lados.
Además, los Ocho reconocen que los Unos son de voluntad fuerte y determinada como lo son: no pueden fácilmente balancearse o jugar bolos sobre los Unos.
Los Ochos admiran así su convicción y se sienten atraídos por el desafío de acercarse a los demás.
En muchos sentidos, estos dos Tipos son opuestos -el pirata y el maestro de escuela- aunque ambos podrían aprender mucho del otro, si están dispuestos a escuchar a alguien con valores, reacciones y maneras tan diferentes de hacer las cosas.

En que no se entienden

Lo que rompe a los Unos y a los Ocho es a menudo lo que les atrajo en primer lugar: lo diferentes que son entre sí, como el fuego y el hielo.
Esta es una pareja romántica relativamente rara; es más fácil para ellos ser amigos o colegas que vivir íntimamente juntos.
Ambos quieren estar a cargo; ambos quieren lograr algo significativo, pero tienden a estar en desacuerdo sobre los medios a tomar.
Los Unos tienden a ser autocontrolados y restringidos en sus autoexpresiones y métodos de hacer las cosas.
Se negarán a sí mismos el placer de actuar según sus deseos e impulsos reales si están convencidos de que algo que desean no está bien de acuerdo con sus convicciones morales.
Mientras que los Unos pueden admirar el descaro y la picardía de los Ocho y su aparente facilidad para ir tras lo que quieran, los Unos comienzan a trazar una línea si ven que los Ocho van demasiado lejos en la búsqueda de su propio interés.
Los Unos pueden empezar a considerar a los Ocho como egoístas, insensibles, agresivos y moralmente corruptos.
Pueden admirar la bravuconería del forajido, pero aborrecen adónde los lleva y cuánto caos y destrucción crea a su paso.
Los Unos puede empezar a ver a los Ocho como burdos, poco confiables y violentos.
Por otro lado, los Ocho ven a los Unos como hipócritas que predican una cosa públicamente mientras que hacen lo contrario en privado.
Los Ochos ven a los Unos como rígidos, santurrones, quisquillosos, y completamente irreales sobre la forma en que el mundo funciona.
Los ochos a menudo quieren hacer cosas más escandalosas sólo para provocar al moralmente crítico Uno en apoplejía: ambos responden con enojo antes de reconocer el dolor o el miedo.
Ambos pueden ponerse en posiciones rígidas y sentir que no pueden retroceder.
Los argumentos violentos a menudo pueden surgir a medida que la relación se desbarata en ataques personales.

E8

ENEAGRAMA ENEATIPO 8 EXPLICACIÓN

ENEATIPO 8 – LUJURIA



NÚCLEO TEÓRICO. NOMENCLATURA Y LUGAR EN EL ENEAGRAMA
«Lujuria» pasión por el exceso, una pasión que busca la intensidad, no sólo a través del sexo, sino en todo tipo de estímulos: la actividad, la ansiedad, las especias, la alta velocidad, el gusto por la música fuerte, etc.
Podemos decir que el ansia por estar siempre más vivo, característica de la personalidad lujuriosa, no es sino un intento de compensar una oculta falta de viveza.
Opuesta a la envidia en el eneagrama E8 y E4 también son similares en sed de intensidad.
De igual modo, así como un carácter masoquista es sádico en algunos aspectos, hay también un aspecto masoquista en el carácter de la lujuria; y mientras que el carácter sádico es activo, la actitud masoquista es emocional: el primero se lanza sin culpa hacia la satisfacción de su necesidad; el último anhela por su necesidad y se siente culpable por ella.

E4: es el más sensible del eneagrama
E8: es el más insensible
Intento de buscar a través de la acción la intensidad que el E4
E8 y E7 ambos se caracterizan por la impulsividad y el hedonismo:

E7: la impulsividad y el hedonismo existen en un contexto caracterológico débil, suave y de mentalidad tierna
E8: el contexto es el de un carácter fuerte y de mentalidad dura

E2 es hiperfemenino
E8 es supermasculino e insensible
E5 es intra-punitivo y tímido
E8 es extra-punitivo y osado
El desorden de personalidad antisocial descrito en el DSM III puede considerarse como un extremo patológico y un ejemplo especial del E8


ANTECEDENTES EN LA LITERATURA CIENTÍFICA
Kurt Schneider: designa como «explosiva» ==> son desobedientes y desafiantes, y que son muy bien conocidos en la vida y en la experiencia clínica como aquellos que «a la menor provocación se ponen rabiosos e incluso violentos sin guardar la menor consideración; una reacción que adecuadamente ha sido denominada como de corto-circuito.»
Scholtz: «anestesia moral» de aquellos «que conocen perfectamente bien las leyes morales, pero no las sienten, y a causa de ello no subordinan a ellas su comportamiento.»
Kraepelin:»los «moralmente insanos» sufren de defectos congénitos en su capacidad de refrenar la gratificación de sus deseos inmediatos.» èel excitable, el inestable, el impulsivo, el excéntrico, los mentirosos y estafadores, los antisociales y los pendencieros.
Cleckley: ausencia de sentido de culpa, incapacidad para el amor objetal, impulsividad, escasa profundidad emocional, encanto social superficial, e incapacidad para sacar provecho de la experiencia.
Cleckiey: atención sobre el hecho de que las personalidades antisociales se encuentran no solamente en las cárceles, sino también en el seno de la sociedad corriente, «en la que el «realismo» duro y obstinado es admirado como cualidad necesaria para la supervivencia.»
Reich: El «elemento narcisista se pone de relieve en la actitud hacia el objeto, incluido el amor objetal, y está siempre impregnado de características sádicas más o menos ocultas.»
«En la vida cotidiana, el carácter fálico-narcisista generalmente se anticipará a cualquier ataque inminente con un ataque por su parte. En este carácter, la agresión se expresa menos a través de lo que hace o dice que a través de cómo actúa. En particular, le sienten totalmente agresivo y provocativo aquellos que no controlan su propia agresión. Los tipos más acusados tienden a alcanzar posiciones dominantes en la vida, y son poco adecuados para ocupar posiciones jerárquicas subordinadas […] Su narcisismo, por oposición al de los restantes tipos de carácter, se expresa no de un modo infantil sino en forma de una descarada autoconfianza, acompañada de un despliegue flagrante de superioridad y de dignidad, a pesar del hecho de que la base de su naturaleza no es menos infantil que la de los demás tipos.«
Observa también que sus «relaciones con las mujeres vienen perturbadas por su típica actitud menospreciadora con respecto al sexo femenino.»
En la caracterología de Fromm 113, vemos reflejado a nuestro eneatipo VIII bajo la etiqueta de la «orientación explotadora», con respecto a la cual hace la observación de que aquí la persona «no espera recibir cosas de los demás como regalo, sino que se apropia de ellas por la fuerza o con astucia», que «su actitud viene coloreada por una mezcla de hostilidad y manipulación», y que «uno encuentra aquí recelo y cinismo, envidia y celos.» En el DSM III, el extremo más delincuente del eneatipo VIII viene reflejado bajo la etiqueta de personalidad antisocial, sobre la cual se ofrecen los siguientes criterios diagnósticos:

  1. Incapacidad para mantener un comportamiento laboral consistente
  2. Falta de capacidad para funcionar como un padre responsable
  3. Fallo en la aceptación de normas sociales relativas a un comportamiento según las leyes
  4. Incapacidad para mantener vínculos duraderos con la pareja sexual, promiscuidad
  5. Irritabilidad y agresividad
  6. Despreocupación del cumplimiento de obligaciones financieras
  7. Falta de planificación de futuro
  8. Descuido de la verdad, capaz de «falsedad» en provecho propio
  9. Temeridad

Al ocuparse de la personalidad antisocial. Millón:
  1. Afectividad hostil (p.ej., belicoso, su temperamento irascible estalla fácilmente, pronto a meterse en discusiones o ataques; exhibe con frecuencia comportamientos verbalmente abusivos y físicamente crueles)
  2. Autoimagen asertiva (p.ej., se considera orgullosa-mente a sí mismo independiente, dotado de una vigorosa energía y testarudo)
  3. Vengatividad interpersonal (p.ej., muestra satisfacción en humillar y menospreciar a los demás; desprecia el sentimentalismo, la compasión social y los valores humanísticos)
  4. Ausencia hipertímica de miedo (p.ej., alto nivel de activación, evidente en su modo impulsivo, acelerado y forzado de responder; impertérritos ante el peligro y el castigo, se siente atraído por ellos)
  5. Proyección malévola (p.ej., afirma que la mayoría de las personas son taimadas, controladoras y castigadoras; justifica sus propias actitudes desconfiadas, hostiles y vengativas adscribiéndoselas a los demás)




ESTRUCTURA DEL RASGO
Lujuria
Pasión: lujuria en general como forma de vida, el propio apasionamiento con el que adopta esta postura denuncia una actitud defensiva, como si necesitara demostrarse a sí mismo y al mundo que lo que todos llaman malo, en realidad no lo es.
Algunos de los rasgos específicos que implican lujuria -tales como «intensidad», «fruición», «contacto», «gusto por la comida»
Hedonismo, la tendencia al aburrimiento cuando no hay estímulo suficiente, el ansia de excitación, la impaciencia y la impulsividad, pertenecen al ámbito de la lujuria propiamente dicha.
Lujuria es más que hedonismoè en la lujuria no sólo hay placer, sino también placer en reafirmar la satisfacción de los impulsos, placer por lo prohibido y, particularmente, placer de luchar por el placer
Es esto lo que hace de la lujuria una pasión por la intensidad y no sólo por el placer. La intensidad extra, la excitación extra, la «especia», no viene sólo de la satisfacción de los instintos, sino también de una lucha y un implícito triunfo.

Actitud castigadora
Otro grupo de rasgos íntimamente ligado a la lujuria es el que podría ser clasificado como castigador, sádico, explotador, hostil. Entre tales rasgos encontramos la «brusquedad», el «sarcasmo», la «ironía» y los de ser intimidador, humillante y frustrante. De todos los caracteres, éste es el más airado y el menos intimidado por la ira.
No es marcadamente vengativo; por el contrario, el individuo responde airadamente en el momento y supera rápidamente su irritación.
La venganza que está más presente en el eneatipo VIII es una venganza a largo plazo
El fenómeno sádico de disfrutar con la frustración o humillación de los demás
Antisocial ==> rebeldía
Lo mismo se puede decir de la dominación, la insensibilidad y el cinismo, junto con sus derivados.

Rebeldía
E8: es el prototipo del activista revolucionario.
Fuerte oposición a la autoridad, sino un menosprecio de los valores impuestos por la educación tradicional.
Ser «malo» se convierte automáticamente en la forma adecuada de ser.

Dominación
Puede decirse que la hostilidad está al servicio de la dominación
Rasgos: «arrogancia», «búsqueda de poder», «necesidad de triunfo», «colocar a los demás por debajo», «competitividad», «actuar como alguien superior», etc. También desprecio por los demás.
La dominación y la hostilidad están al servicio de la venganza è se ha orientado hacia el poder en un intento de tomarse la justicia por su mano.

Insensibilidad
Rasgos de rudeza: «confrontación», «intimidación», «implacabilidad» y «encallecimiento».
Estilo de vida agresivo, no compatible con el miedo o la debilidad, el sentimentalismo o la pena.
Desprecio por las cualidades opuestas de debilidad, sensibilidad y, particularmente, miedo.
Característica de correr riesgos exagerados, mediante la cual el individuo niega sus propios miedos y da rienda suelta al sentimiento de poder generado por su conquista interna.
Ha aprendido a desarrollar ansiedad como fuente de excitación y, más que sufrir, ha aprendido -por un fenómeno masoquista implícito- a sumirse en la absoluta intensidad de ésta.
Placer, la ansiedad -y/o el proceso de endurecimiento contra ella è se ha convertido, más que en un placer, en una adicción psicológica, algo sin lo cual la vida parece sosa y aburrida.

Embaucamiento y cinismo
Actitud cínica hacia la vida de la personalidad explotadora
Modo de ser y de una visión de la vida como una lucha «a uñas y dientes»
E8 es más descaradamente engañador que el E7 y es fácil verlo como un estafador

Exhibicionismo (narcisismo)
Son entretenidas, ingeniosas y a menudo encantadoras, pero no vanidosas en el sentido de preocuparse por lo que aparentan. Su seducción, fanfarronería y demandas arrogantes son conscientemente manipuladoras, constituyen un engranaje dispuesto para ganar influencia y altura en la jerarquía de poder y dominio.
También constituyen una compensación de la explotación y la insensibilidad, una manera de ganarse a los demás o de hacerse aceptables a pesar de sus rasgos de irresponsabilidad, violencia, invasión, etc.

Autonomía
Junto con la característica autonomía del E8, está la idealización de la autonomía, un correspondiente rechazo de la dependencia

Predominio sensomotor
Predominio de la acción sobre el intelecto y el sentimiento, porque éste es el más sensomotor de los caracteres.
Orientación hacia un «aquí y ahora» es un aferramiento lujurioso al presente y una impaciencia excitada ante el recuerdo, las abstracciones o las anticipaciones ==> Es consecuencia de no tener por real nada que no sea tangible y estímulo inmediato para los sentidos.



MECANISMOS DE DEFENSA
Se esfuerza en mantener una asertividad y una agresividad excesivas para evitar una posición de indefensión «femenina», una indefensión que implicaría sumisión a las constricciones sociales y una renuncia a los propios impulsos.
También, para compensar los sentimientos de culpa, vergüenza y falta de valor que evoca su desconsideración hacia los otros, el individuo ha puesto en marcha un proceso de negación de la culpa y de represión (en un sentido amplio de la palabra) del superego, más que del ello.
Los rasgos de rebeldía pueden entenderse como identificaciones inversas con los comportamientos y actitudes que esperan la sociedad y los padres.
E4: continuamente trae a su psique malos objetos como cuerpos extraños
E8: es todo lo contrario de alguien que quiera tragar: está más dispuesto a vomitar lo que no esté de acuerdo con sus deseos.
Capacidad especialmente desarrollada de mantener el dolor (físico) fuera de la conciencia.
A un nivel psicológico supone una relativa insensibilidad a la vergüenza y explica una aparente falta de culpa.
Esta insensibilidad está detrás de la típica atracción de los lujuriosos por la ansiedad y el riesgo, que no es evitada sino «sádicamente» transformada en un estímulo, en una fuente de excitación (un acto de sadismo contra sí mismo).

 OBSERVACIONES ETIOLÓGICAS Y OTRAS CONSIDERACIONES PSICODINÁMICAS
Fuertemente apoyado por su propia constitución.
En otros casos, el estímulo de la rebeldía fue un padre tirano perteneciente al eneatipo VI, que constituye un trasfondo comprensible para alguien que no es sólo rebelde, sino que ha aprendido a sobrevivir por medio de la intimidación.
Siente que la «prueba del amor» está implícita en la disposición del otro a dejarse poseer, dominar, usar, y -en casos extremos- dejarse pegar. Consiguientemente, todos estos comportamientos y actitudes se convierten, con el paso del tiempo, en substitutos del amor.

 PSICODINÁMICA EXISTENCIAL
El sobredesarrollo de la acción al servicio de la lucha en un mundo peligroso en el que no se puede confiar es quizá la manera fundamental en la que el carácter del E8 no llega a constituirse como plenamente humano.
La lujuria implica un empobrecimiento de las cualidades de ternura y sutilidad, lo cual resulta en una pérdida de la totalidad y, por lo tanto, en una pérdida de ser è en su impaciencia por la satisfacción, desplazara su objetivo hacia una noción excesivamente concreta de placer, riqueza, triunfo, etc., sólo para descubrir que este logro, sustituto del ser, le deja para siempre insatisfecho, anhelante de intensidad.
La situación puede explicarse mediante el paradigma del violador una extrapolación de la visión lujuriosa que el depredador tiene de la vida. Ha abandonado la expectativa de ser querido, por no mencionar el amor. Da por hecho que sólo conseguirá lo que él tome. Como tomador, no podría triunfar si tuviera que preocuparse por el capricho de los sentimentos de los demás. La forma de ser un ganador es clara: poner el ganar por encima de todo lo demás; igualmente, la manera de satisfacer las propias necesidades es olvidar a los demás.
A pesar de parecer dado al contacto, comprometido y rebosante de intensa emoción, E8 (y E5) pierde la experiencia del valor y del ser mediante la pérdida de la relación
El paradigma del violador también puede servir como fondo para tratar más adelante la apariencia del ser, que el eneatipo sádico no sabe que persigue. La concreción de un deseo que es excesivamente sensorial (aquí un interés por el placer sexual no acompañado de un interés en la relación) es una imagen con la que podemos mostrar cómo la concreción del saludable impulso de relacionarse, lejos de orientarse hacia la realidad de la situación, supone una evidente falta de realidad psicológica. La situación implica una sexualización de la personalidad centrada en la lujuria, como resultado de la represión, negación y transformación de la necesidad de amor.
Aunque pueda estar oculta tras la expansión entusiasta, la alegría y el encanto seductor del lujurioso, es la pérdida de la relación, la supresión de la ternura y la negación de la necesidad de amor lo que origina la pérdida de totalidad y de sentimiento de ser.
Persigue el ser en el placer y en el poder para encontrar este placer, pero por la insistencia en el exceso de poder se hace incapaz de recibir, siendo así que el ser sólo se puede conocer con una actitud receptiva ==> alimenta su lujuriosa búsqueda de triunfo y otros sustitutos del ser.

TRASTORNO DEL TIPO AGRESIVO

EL TRASTORNO SÁDICO

Como su nombre lo indica, los individuos que padecen este trastorno son crueles, fríos y despiadados. Pueden llegar a ser violentos y se complacen en humillar a quienes les rodean.

CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO

El DSM-III-R describe este trastorno como:
  • Un patrón general de conducta cruel, denigrante y agresiva que comienza a manifestarse a principios de la edad adulta, tal como lo indicaría la presencia de por lo menos CUATRO de los síntomas siguientes:
    • El individuo ha empleado la crueldad o la violencia física con el fin de lograr dominar una relación (no meramente para alcanzar alguna meta no interpersonal, como sería golpear a alguien para robarle)
    • SI
    • Humilla o degrada a personas en presencia de otras.
    • Ha tratado o castigado de manera generalmente severa a alguien que esté bajo su control; por ejemplo, un hijo, un alumno, un prisionero, un paciente.
    • SI
    • Se complace o divierte provocando sufrimiento físico o psicológico a otros (incluso a animales).
    • SI
    • Ha mentido con el fin de causar daño o infligir dolor a otros (no simplemente para alcanzar algún otro objetivo).
    • Atemoriza a otras personas, por medio de la intimidación y hasta del temor, para obligarlas a hacer su voluntad.
    • SI
    • Restringe la libertad de las personas con quienes tiene una relación cercana. Por ejemplo, no permite que el cónyuge salga solo de la casa, a una hija adolescente asistir a reuniones sociales.
    • SI
    • Le fascinan la violencia, las armas, las artes marciales, el daño o la tortura.

  • La conducta que se describe en el apartado A no se ha manifestado con una sola persona (el cónyuge, uno de los hijos), y el propósito no ha sido exclusivamente la excitación sexual (como en el caso del sadismo sexual).
  • SI

LA DOMINACIÓN POR MEDIO DE LA FUERZA

Los sádicos hieren, castigan e intimidan con objeto de dominar a los miembros de su familia y a sus subordinados en el trabajo.
A diferencia de los antisociales, no hieren a cualquiera porque sí; hasta son capaces de adoptar una fachada respetuosa ante las figuras de autoridad.
Pero cuando se sienten fuertes, imponen la dominación por medio de la tortura física o psicológica, máxime si las víctimas pretenden resistirse.
Cuando sus cónyuges o amantes amenazan con abandonarles, no se deprimen: se desquitan.   OJO A ESTO.
Son personas que golpean a la esposa y cometen abusos con los hijos.
Son, también, jefes malvados, que provocan dolor a los otros nada más que para retener el dominio o salirse con la suya.
Causar sufrimiento les resulta fácil, pues no sienten la menor empatía ni compasión por las personas a las que dominan.
Quizá hasta disfruten con el dolor que causan en el acto de tiranía, como el policía sádico que golpea a los prisioneros, o la divorciada que le miente a su anterior marido, y le dice por teléfono que el hijo de ambos ha sufrido graves heridas en un accidente automovilístico.

Son amantes del rigor, e imponen severos castigos a los hijos, los alumnos, los cónyuges, los prisioneros o cualquiera que sea su subordinado, por las faltas más leves.
Se trata de individuos de mal carácter, que se vuelven violentos cuando se enojan con las personas que, suponen, deberían estar a sus órdenes. A menudo se ensañan con seres que padecen el trastorno autoderrotista de la personalidad, que se convierten en víctimas fáciles.
 

PERO, ¿SE TRATA REALMENTE DE UN TRASTORNO?

Nadie puede dudar de que muchos individuos exhiben tan maligna conducta.
Sin embargo, subsiste la duda de si constituye, o no, un auténtico trastorno.
Esta caracterización, junto con la autoderrotista, no tiene aún carácter oficial de trastorno, pues aparecen sólo en el anexo del DSM-III-R.
Las organizaciones feministas plantearon la objeción de que un diagnóstico de trastorno autoderrotista de la personalidad es discriminatorio en contra de las mujeres que son víctimas de situaciones abusivas.
Los revisores del DSM-III-R proponían que el trastorno sádico abarcara a gran parte de quienes cometen abusos, individuos que, según sospechan los especialistas, son en su mayoría hombres, aunque esto aún no se ha investigado a fondo.
Las feministas también manifestaron su desacuerdo con el trastorno sádico, porque de serlo así, los hombres que maltratan a sus mujeres e hijos tendrían un diagnóstico psiquiátrico que les serviría para eludir las consecuencias legales de sus actos.
En el momento en que esto se escribe, parece cuestionable que el trastorno sádico vaya a aparecer en un anexo del DSM-IV, que se publicará en unos años.
Así como los especialistas conocen desde siempre a los sociópatas y psicópatas, a los que actualmente se diagnostica trastorno antisocial, los individuos con rasgos sádicos muy rara vez buscan un tratamiento terapéutico.
El sistema de la justicia penal está mucho más familiarizado con estos sujetos que el sistema de salud mental. Pero la conducta criminal no siempre es producto de un trastorno psicológico. Independientemente de que el trastorno sádico aparezca o no en las sucesivas ediciones del DSM, lo que seguramente habrá de continuar es la polémica acerca de su validez legal.

LA BIOQUÍMICA DE LA DOMINACIÓN
Y LA VIOLENCIA

La serotonina, un importante neurotransmisor, parece tener una extraña vinculación con la conducta violenta y la dominante.
Tal como se mencionó respecto de los trastornos antisocial y fronterizo, puede hacer una relación directa entre un bajo nivel de serotonina y una conducta impulsiva o violenta, quizá porque una de las funciones de dicha sustancia es retardar o inhibir el sistema nervioso central.
Así, una persona con deficiencia de serotonina puede no ser capaz de parar y serenarse antes de reaccionar con un ataque de furia.

Pero existe otro aspecto misterioso de la serotonina en lo que concierne a este tema.
Aunque las personas propensas a la violencia quizá tengan bajos niveles de serotonina, las que demuestran marcadas condiciones pueden tener ALTOS niveles de este curioso elemento químico cerebral.
Se realizó un estudio para medir los niveles de serotonina en monos y miembros de asociaciones universitarias, y los investigadores descubrieron que los monos dominantes, así como los dirigentes de esos grupos, tenían niveles más altos del neurotransmisor que sus semejantes situados en puestos inferiores.
En los estudios que se practicaron sobre monos, se vio que bajaban los niveles de serotonina cuando al mono dominante se lo separaba de los demás, lo cual indicaría que la serotonina puede estar influida por las interacciones sociales y viceversa.

¿Hay alguna relación entre la regulación de la serotonina y la violencia, la dominación y los patrones de conducta sádica o agresiva?
Quizá algún día, posteriores investigaciones neuropsiquiátricas revelen la respuesta, y de ese modo contribuyan a que se pueda encontrar un ‘antídoto’ farmacológico para los que pierden el control.

CÓMO TRATAR A LOS SÁDICOS

Recuerde que la cooperación con los sádicos no tiene éxito. Es imposible tratar de discutir la situación con ellos salvo que usted se rinda totalmente, y aun así ellos quizá le causen daño gratuitamente, sin un motivo posible de determinar.
Si los rasgos sádicos de esa persona no son tan extremos, o si todavía conserva algo de sensibilidad, procure poner en práctica algunos de los consejos que se dan para los de tipo agresivo.
Si su jefe es sádico, no trate de tolerarlo: renuncie o pida el traslado.
Si el sádico es su cónyuge, váyase de casa.
En caso de que no tenga medios económicos o tema por su seguridad, recurra a las instituciones que existen para mujeres maltratadas, consulte a las organizaciones femeninas que pueda haber en su zona o acuda a la policía.
Si tiene la posibilidad de marcharse pero le cuesta separarse emocionalmente de él, pregúntese si no tendrá usted una necesidad inconsciente de sufrir.
En tal caso, puede recibir ayuda.