miércoles, 29 de septiembre de 2021

El circulo

Todas, absolutamente todas las personas, nacemos con emociones y sentimientos tiernos y amorosos.  De lo contrario, seríamos animales.
La negación de eso, siempre es debido a alguna herida profunda que se le ha causado a un niño.

Cuando coincides en tu vida con alguien que no solo niega esas emociones y sentimientos sino que además los desprecia, piensas que eso es imposible, esa sería la mente de un paranoico.
Cuando además esa persona es educada y culta, tiene una vida estructurada, cuando ves que además en sesión tiene cuidado, te reafirmas en que no es un paranoico y piensas que es su forma de demostrar su dominancia.
Cuando resulta que esa persona lleva 25 años en el tema y en consecuencia conoce muy bien las técnicas, no solo de intensidad y fuerza de azote, sino, muy importante, las técnicas para mantenerte fidelizada a él, cuando esa persona tiene muchas habilidades sociales, piensas y te reafirmas en que la negación de esas emociones es parte de su demostración de dominancia.
A determinada edad uno ya tiene mucha práctica en las habilidades sociales "aprendidas".

Cuando tu además eres sumisa de sentimiento y necesitas que tu par tenga esa fuerza, y además, por tu situación no tienes ningún interés en la convivencia .
Obvias y olvidas como "pecata minuta" algunos detalles y algunas cosas, que finalmente resultan ser el núcleo de tu relación y no te das cuenta de ello.

Proyectas en ese Dom tu propia necesidad, proyectas en ese Dom a tu perfecto Amo.
Avanzando el tiempo, pasas de un sentimiento de sumisa a un sentimiento de esclava, continuamente proyectando.
Este dato es muy importante, me pasé semanas preguntándome si realmente él me había sometido o fui yo quien realmente proyectó mi pertenencia a mi misma.
Finalmente creo que ha sido mi propia proyección.   Cuatro azotes y dos conversaciones, estar a gusto no dominan a nadie.  Incluso confiar no domina a nadie, puedo confiar en mi primo.

Pero un día pasa algo, justo una semana después de tener una sesión de unas 7 horas seguidas.
Él se entera de que mi corazón no está bien.   Algo que no ha tenido trascendencia en ninguna sesión por algo que contaré después.
Él empieza a dar bandazos en la conversación, ahora si, ahora no.
Comprensiva, piensas que él tiene que asimilar la situación.

Y de pronto, viene a ti como si fuera el hombre de las nieves, sin más y con un zarpazo demoledor te abre el pecho, te arranca con sus manazas tu sentimiento de esclava de un golpe.  Y luego, haciéndote un favor, te cose el pecho.

Quedas en el suelo, inerte, destrozada y sin comprender nada.
El desaparece.

Durante años he dicho que cuando digo que un Amo cuida de ti, no me he referido a la intensidad ni fuerza de los azotes, sino al daño emocional que puede causarte, y que yo no quería un Amo así.

Finalmente, un buen amigo que leyó todas las conversaciones, me dio el disparo de salida con un comentario ........ es un sádico mental.
Por suerte, estoy muy trabajada, me ha gustado siempre aprender, he pasado muchos años entre psicólogos, haciendo talleres y terapias por puro aprendizaje.
Empecé a desgranar su tipo de personalidad, bueno, en realidad lo destripé.   ¿cómo no pensé en hacerlo antes teniendo las herramientas y la capacidad para hacerlo?  Pues como siempre pasa, porque cuando realmente conoces a una persona es cuando las cosas van mal, viendo sus enfados, reacciones en los malos momentos.   Y nosotros, no hemos tenido malos momentos.

Ha sido curioso, como han encajado a la perfección los pocos datos que conocía de su vida, sus palabras, sus frases, autoritario, enorme ego, fuerte, arrogancia, su forma de expandirse físicamente para llenar el espacio, incluso su aspecto físico atlético con culo respingón, su control de todo, la forma en que atiende una conversación, la protección de su familia aún a costa de su propia vida, su intransigencia (justo/injusto, fuerte/débil, todo/nada), su negación automática de otras opiniones siendo la suya la única legítima, las múltiples pruebas a las que me sometió y que yo hice como que no me daba cuenta, su nula empatía, su frialdad y distancia, la forma de exponer las cosas con absoluta claridad para bien y para mal (claro, conciso, concreto), sin sentimiento de culpa ni remordimiento, su intuición, su forma de escuchar a los demás sin escucharlos, el control, el auto-control,  sentirse poderoso porque es dueño de si mismo, pensar que los sentimientos son una debilidad, el ser noble y cumplir pactos honor), no admitir la critica, su energía, la velocidad conque pasa a la acción con seguridad y decisión (acción/reacción), su enfado agresivo, su desconfianza hacia todos con hostilidad e insatisfacción, su necesidad de sentir el triunfo, no tener límites (el pez grande, se come al chico), su gran entreno en sondear cualidades y grado de poder en los demás, creer que su forma de actuar es la única correcta, su gran capacidad de trabajo para conseguir una supervivencia satisfactoria, su asertividad (gracias a la negación de emociones), su vehemencia,  y especialmente su necesidad de intensidad en todo cuanto hace (deporte, trabajo, sexo, ....), su sexualidad en la que es el centro donde es una amor aprovechado, todo para él y lo que sobra para él en que se echa al otro en el bolsillo en su beneficio = Desamor

A pesar de su autocontrol, ese auto-control va en la dirección que mandan sus visceras, su personalidad, su forma de pensar y a pesar de sus habilidades sociales, el fin que persigue es el que su visceralidad necesita.
En la parte negativa de su visceralidad, es vehemente, no se da cuenta de que arrasa con los demás, emite tanta potencia que no se da cuenta de que no es necesario.
Y no solo eso, es que no le importa lo más mínimo, porque él ya se ha ido, ya está en otra cosa.
Porque cuando no le importa un pito que seas o no sumisa, cuando su ego le hace sentirse Dios, cualquiera vale y al día siguiente ya hay otra.

Es una personalidad de libro.   Es la personalidad más dura, difícil y extrema de todas las conocidas, aunque eso si, él también se ha trabajado a si mismo para autocontrolar toda su visceralidad, encauzar su necesidad de intensidad y lo ha hecho bien. 
Lo que ha hecho y bien, ha sido conseguir las herramientas y mecanismos para ese autocontrol, y adquirir las habilidades sociales necesarias, sin embargo no ha hecho un camino de curación de la herida.  Por tanto, la herida sigue ahí y es la simiente que alimenta toda su vida, palabras, etc.  por mucha educación, autocontrol y habilidad social que tenga.  El fondo está ahí siempre.

En realidad siempre ha sido claro y no ha mentido, pero resulta que como es un espécimen raro que niega los sentimientos y emociones, los desprecia, no siente culpa ni remordimiento, y considera que siempre tiene la razón, sin escuchar a nadie, tu no puedes imaginar ni remotamente, pero ni remotamente que un ser así pueda existir.
Siempre piensas que ese ser debe tener alguna emoción por ahí escondida, cualquier emoción, cualquiera que sea, por cualquiera.
Así que tu misma te engañas y te dices que es parte de su forma de dominancia.

En definitiva, él tiene una prioridad que llenar, que es su intensidad.  Es esa intensidad la que le da placer y goce.  Esa es la base de su vida, porque es precisamente esa rabia, esa herida, esas ganas de venganza las que alimentan esa intensidad.   Esa intensidad es la parte más externa de las consecuencias de su herida no curada.

Pero él no solo olvida, sino que desprecia las emociones y sentimientos y por tanto, creyendo que él tiene toda la razón, cree que tu no haces absolutamente nada en esa relación, porque todo lo hace él.  Piensa que tu no sientes absolutamente nada porque eso es lo que él te ha enseñado y como deben ser las cosas.
Eso no se enseña, se siente o no se siente.
Cuando te pone a prueba, no pone a prueba si realmente le perteneces, le importa un pito, es su desconfianza en todo el mundo y que se está examinando a si mismo, porque en realidad le importa un pimiento si le perteneces, el no quiere que le pertenezcas, solo quiere que seas un montón de barro para moldear, una materia, una cosa.  Alguien en quien vaciar esa intensidad.  Él simplemente ha aprendido una serie de acciones de dominancia y quiere comprobar si las ha realizado correctamente y así disfrutar de su triunfo.  Él, él y solo él y lo que queda para él.

Él olvida y desprecia que, paralelamente a que él necesita la intensidad para conseguir el placer y el goce, tu necesitas sentir tu pertenencia para sentir ese placer y ese goce.
No, tu no necesitas sexo.    Tampoco necesitas azotes, los azotes intensifican tu sensación de placer.
Necesitas sentir que le perteneces, y avanzando el tiempo, incluso eso te niega.   Eres una cosa.
El único mérito que tienes es el de ser modeable,

Y en ese pensamiento, ni siquiera quiere comprobar como va mi corazón en las sesiones.
Piensa que el mundo es como él lo vive.
Y no es así.
Mientras él vive las sesiones con intensidad,  mi sensación de pertenencia me da tranquilidad, paz, reposo.   Es justo por ello que entro y salgo de subspace continuadamente, porque estoy absolutamente tranquila y relajada.

Y porque acabo de probarlo.
He tenido una sesión de 7 horas con un amigo de hace muchos años, alguien en quien confío.  Era una sesión para probarme a mi misma.   Hemos hecho una prueba con un pacto, la sesión en las formas, etapas e intensidad de las sesiones de Luca y yo con los ojos vendados para poder proyectar que no era mi amigo, sino que era el propio Luca.
En el punto más álgido he subido a 119 pulsaciones y 15,6 de tensión.
Luca, ni siquiera lo ha querido probar.

  


Ahora anda desaparecido, ha dicho que por una enfermedad de un familiar.
Incapacidad absoluta para enfrentar un obstáculo.  Ni rodear, ni saltar, directamente eliminar.  Cobardía.

En si mismo lleva su propia condena.  Ya tiene una edad, se ha pasado la vida desconfiando, con miedo a que le hieran, haciéndose el duro, despreciando las emociones.
Una vida entera sin disfrutar la intensidad de amar y la intensidad de ser amado.

Por mi parte, lo tengo claro.
Ahora si quiero convivencia con amor y en desigualdad.
Seguramente ya no surgirá, pero no aceptaré otra cosa.
No quiero a nadie que me busque de chacha porque es más barato que ir a una residencia.
No quiero a nadie que quiera compartir gastos.
No quiero casados.
No quiero a nadie que niegue las emociones.
No quiero a nadie que me valore y no valore lo que yo aporto a la relación.

Quiero alguien que aún sea capaz de amar, con un amor maduro, en desigualdad.
Alguien dispuesto a cuidar de mi como yo de él.
No alguien que cuando necesitas un cuidado te envía a tu casa.

Este post fue escrito en 2.020

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