sábado, 22 de febrero de 2020

Hombres ¿maduros?



Hombre.  Más de 50 años, llegando a los 60.  
Casado con 30/35 años de matrimonio.
Hijos ya adultos, quizás fuera del hogar familiar.
En el techo de su vida laboral.
La grasa abdominal ha aumentado.
Está más irascible.
Siente menos motivación por la relación sexual.
Su cantidad de semen ha disminuido.
Su fuerza y actividad sexual han disminuido.
El deseo sexual ha disminuido
Duerme menos que 10 años atrás, menos profundo.
Nota que empieza a sentir cansancio.

Empieza a pulular por muchos y distintos lugares de la red.
Siente dentro una prisa, una necesidad, una ansiedad.
Quizás ni se da cuenta.
Tiene conversaciones con mujeres (generalmente más jóvenes) que no conoce, solo son letras.
Quizás algunas fotos, o la cam.
Las conversaciones son morbosas, guarras, fantasean, proyectan.
El pene se endurece, como no se endurecía al irse a la cama con su mujer.
Morbo, perversión.
Piensa que la pérdida de su fuerza y actividad sexual es culpa de la pérdida de ganas sexuales de su esposa.   Ella ya hace mucho que entró en menopausia.   
Quizás ella está en la edad del "estoy bien, si no fuera por ............."
Quizás conozca a esa mujer de internet.
Quizás después de esas conversaciones se va a la cama con su mujer.
Y disfruta con su mujer de ese nuevo revivir sexual.
Se reafirma en que la pérdida de su sexualidad es a causa de la pérdida de la sexualidad de su esposa.
Vuelve a sentir su masculinidad.
Vuelve a sentirse el macho.

Los cambios que se acontecen con el paso de los años a veces pueden ser difíciles de aceptar. Ciertos conflictos personales y relacionales hacen cuesta arriba continuar con la vitalidad que se tenía en otros tiempos.

Hablamos de .........................

A N D R O P A U S I A

Podemos definir perfectamente que es la menopausia en las mujeres y el momento casi exacto en que se produce.    Lo señalamos como la pérdida de la menstruación y los cambios hormonales que ello provoca.  Con todos los cambios adversos tanto físicos como psicológicos que conlleva.

En los hombres es distinto, es un declive gradual de las funciones fisiológicas y en especial sobre la capacidad sexual.   La causa es el descenso del nivel de andrógenos, que son las hormonas sexuales masculinas, y en especial de la testosterona.    La merma de testosterona en los varones transcurre lentamente y con menos síntomas que la menopausia femenina.

Ello trae consigo dificultades en la pareja, por la pérdida del apetito sexual que se produce en ambos casos.

La sintomatología presentada por algunos hombres no se produce a causa de unos niveles bajos de testosterona, sino que proviene de crisis psicológicas derivadas de los cambios vitales que deben afrontarse en una nueva etapa de vida. 

Los síntomas en la andropausia son:   Irritabilidad o euforia, alteraciones del carácter, cambios de humor, estado de ánimo bajo, insomnio o fatiga, pérdida de fuerza muscular, nerviosismo y ansiedad, poca tolerancia, cambios en la temperatura corporal e incluso en la piel, líbido y potencia sexual se reducen, fuerza y volúmen de eyaculación se reducen, dolores y achaques, deterioro óseo.

La andropausia es el descenso hormonal que ocurre de forma natural, cuyos efectos se presentan de manera paulatina.
Lo que pasa es que la hipófisis envía menores niveles de hormonas folículo estimulante y luteinizante, por lo que los testículos van a producir menor cantidad de testosterona y andrógenos, sin interrumpirlos totalmente hasta el final de su vida.

Fisiológicamente, como principal síntoma del descenso hormonal, los hombres pueden presentar problemas de erección esporádicamente, por lo que si basan su masculinidad o su dominancia al desempeño sexual, pueden sentirse frustrados.  

El decaimiento constante por la pérdida de hombría puede afectar la mente de un hombre. 
Todo esto facilitará en el hombre una necesidad de reconocimiento y reafirmación a nivel psicológico, pudiendo buscar la huida generando cambios bruscos.

En muchos casos, se inicia la búsqueda de aventuras amorosas como una estrategia para reafirmar su virilidad en un intento desesperado por recuperar la juventud. 

La perdida de masculinidad, puesto que el hombre tiende a tener mas control sobre los cambios de humor en su cuerpo, al llegar a cierta edad, comienza a presentar cambios bruscos que afectan su lado emocional.

Esto a su vez unido a la perdida de deseo sexual y a la frustración por causa de la disminución de su deseo y potencia sexual, pueden llevar a un hombre a sentir su ego herido y afectado a causa de la inseguridad que estos síntomas desarrollan en el hombre.

Hay que tener en cuenta que los hombres en la tercera edad tardan más en conseguir una erección, pero cuando la tienen pueden mantenerla incluso por más tiempo que un adulto joven.

La menopausia gana por goleada en cuanto a síntomas físicos negativos.
En la andropausia el aspecto psicológico es el que puede ganar.   La pérdida de potencia sexual o de la líbido sumergen al hombre en un estado animico bajo.

En el terreno sexual, debemos ambos, con nuestra pareja o par, buscar las herramientas y mecanismos, teniendo en  cuenta que la penetración no tiene que ser el fin de todo acto sexual, ni es imprescindible para una dominancia. Igualmente, aunque el orgasmo se supone que es la culminación de la práctica sexual percibida como placentera, siempre se pueden llevar a cabo otras prácticas que nos proporcionen placer a lo largo de todo el acto. Estas consideraciones harán que las relaciones sexuales no sean percibidas de forma que nos generen ansiedad.

La andropausia es parte de un proceso de envejecimiento natural, continuo e inevitable. Hay que reconocerlo y aceptarlo. 


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