martes, 14 de enero de 2020

E8

ENEAGRAMA ENEATIPO 8 EXPLICACIÓN

ENEATIPO 8 – LUJURIA



NÚCLEO TEÓRICO. NOMENCLATURA Y LUGAR EN EL ENEAGRAMA
«Lujuria» pasión por el exceso, una pasión que busca la intensidad, no sólo a través del sexo, sino en todo tipo de estímulos: la actividad, la ansiedad, las especias, la alta velocidad, el gusto por la música fuerte, etc.
Podemos decir que el ansia por estar siempre más vivo, característica de la personalidad lujuriosa, no es sino un intento de compensar una oculta falta de viveza.
Opuesta a la envidia en el eneagrama E8 y E4 también son similares en sed de intensidad.
De igual modo, así como un carácter masoquista es sádico en algunos aspectos, hay también un aspecto masoquista en el carácter de la lujuria; y mientras que el carácter sádico es activo, la actitud masoquista es emocional: el primero se lanza sin culpa hacia la satisfacción de su necesidad; el último anhela por su necesidad y se siente culpable por ella.

E4: es el más sensible del eneagrama
E8: es el más insensible
Intento de buscar a través de la acción la intensidad que el E4
E8 y E7 ambos se caracterizan por la impulsividad y el hedonismo:

E7: la impulsividad y el hedonismo existen en un contexto caracterológico débil, suave y de mentalidad tierna
E8: el contexto es el de un carácter fuerte y de mentalidad dura

E2 es hiperfemenino
E8 es supermasculino e insensible
E5 es intra-punitivo y tímido
E8 es extra-punitivo y osado
El desorden de personalidad antisocial descrito en el DSM III puede considerarse como un extremo patológico y un ejemplo especial del E8


ANTECEDENTES EN LA LITERATURA CIENTÍFICA
Kurt Schneider: designa como «explosiva» ==> son desobedientes y desafiantes, y que son muy bien conocidos en la vida y en la experiencia clínica como aquellos que «a la menor provocación se ponen rabiosos e incluso violentos sin guardar la menor consideración; una reacción que adecuadamente ha sido denominada como de corto-circuito.»
Scholtz: «anestesia moral» de aquellos «que conocen perfectamente bien las leyes morales, pero no las sienten, y a causa de ello no subordinan a ellas su comportamiento.»
Kraepelin:»los «moralmente insanos» sufren de defectos congénitos en su capacidad de refrenar la gratificación de sus deseos inmediatos.» èel excitable, el inestable, el impulsivo, el excéntrico, los mentirosos y estafadores, los antisociales y los pendencieros.
Cleckley: ausencia de sentido de culpa, incapacidad para el amor objetal, impulsividad, escasa profundidad emocional, encanto social superficial, e incapacidad para sacar provecho de la experiencia.
Cleckiey: atención sobre el hecho de que las personalidades antisociales se encuentran no solamente en las cárceles, sino también en el seno de la sociedad corriente, «en la que el «realismo» duro y obstinado es admirado como cualidad necesaria para la supervivencia.»
Reich: El «elemento narcisista se pone de relieve en la actitud hacia el objeto, incluido el amor objetal, y está siempre impregnado de características sádicas más o menos ocultas.»
«En la vida cotidiana, el carácter fálico-narcisista generalmente se anticipará a cualquier ataque inminente con un ataque por su parte. En este carácter, la agresión se expresa menos a través de lo que hace o dice que a través de cómo actúa. En particular, le sienten totalmente agresivo y provocativo aquellos que no controlan su propia agresión. Los tipos más acusados tienden a alcanzar posiciones dominantes en la vida, y son poco adecuados para ocupar posiciones jerárquicas subordinadas […] Su narcisismo, por oposición al de los restantes tipos de carácter, se expresa no de un modo infantil sino en forma de una descarada autoconfianza, acompañada de un despliegue flagrante de superioridad y de dignidad, a pesar del hecho de que la base de su naturaleza no es menos infantil que la de los demás tipos.«
Observa también que sus «relaciones con las mujeres vienen perturbadas por su típica actitud menospreciadora con respecto al sexo femenino.»
En la caracterología de Fromm 113, vemos reflejado a nuestro eneatipo VIII bajo la etiqueta de la «orientación explotadora», con respecto a la cual hace la observación de que aquí la persona «no espera recibir cosas de los demás como regalo, sino que se apropia de ellas por la fuerza o con astucia», que «su actitud viene coloreada por una mezcla de hostilidad y manipulación», y que «uno encuentra aquí recelo y cinismo, envidia y celos.» En el DSM III, el extremo más delincuente del eneatipo VIII viene reflejado bajo la etiqueta de personalidad antisocial, sobre la cual se ofrecen los siguientes criterios diagnósticos:

  1. Incapacidad para mantener un comportamiento laboral consistente
  2. Falta de capacidad para funcionar como un padre responsable
  3. Fallo en la aceptación de normas sociales relativas a un comportamiento según las leyes
  4. Incapacidad para mantener vínculos duraderos con la pareja sexual, promiscuidad
  5. Irritabilidad y agresividad
  6. Despreocupación del cumplimiento de obligaciones financieras
  7. Falta de planificación de futuro
  8. Descuido de la verdad, capaz de «falsedad» en provecho propio
  9. Temeridad

Al ocuparse de la personalidad antisocial. Millón:
  1. Afectividad hostil (p.ej., belicoso, su temperamento irascible estalla fácilmente, pronto a meterse en discusiones o ataques; exhibe con frecuencia comportamientos verbalmente abusivos y físicamente crueles)
  2. Autoimagen asertiva (p.ej., se considera orgullosa-mente a sí mismo independiente, dotado de una vigorosa energía y testarudo)
  3. Vengatividad interpersonal (p.ej., muestra satisfacción en humillar y menospreciar a los demás; desprecia el sentimentalismo, la compasión social y los valores humanísticos)
  4. Ausencia hipertímica de miedo (p.ej., alto nivel de activación, evidente en su modo impulsivo, acelerado y forzado de responder; impertérritos ante el peligro y el castigo, se siente atraído por ellos)
  5. Proyección malévola (p.ej., afirma que la mayoría de las personas son taimadas, controladoras y castigadoras; justifica sus propias actitudes desconfiadas, hostiles y vengativas adscribiéndoselas a los demás)




ESTRUCTURA DEL RASGO
Lujuria
Pasión: lujuria en general como forma de vida, el propio apasionamiento con el que adopta esta postura denuncia una actitud defensiva, como si necesitara demostrarse a sí mismo y al mundo que lo que todos llaman malo, en realidad no lo es.
Algunos de los rasgos específicos que implican lujuria -tales como «intensidad», «fruición», «contacto», «gusto por la comida»
Hedonismo, la tendencia al aburrimiento cuando no hay estímulo suficiente, el ansia de excitación, la impaciencia y la impulsividad, pertenecen al ámbito de la lujuria propiamente dicha.
Lujuria es más que hedonismoè en la lujuria no sólo hay placer, sino también placer en reafirmar la satisfacción de los impulsos, placer por lo prohibido y, particularmente, placer de luchar por el placer
Es esto lo que hace de la lujuria una pasión por la intensidad y no sólo por el placer. La intensidad extra, la excitación extra, la «especia», no viene sólo de la satisfacción de los instintos, sino también de una lucha y un implícito triunfo.

Actitud castigadora
Otro grupo de rasgos íntimamente ligado a la lujuria es el que podría ser clasificado como castigador, sádico, explotador, hostil. Entre tales rasgos encontramos la «brusquedad», el «sarcasmo», la «ironía» y los de ser intimidador, humillante y frustrante. De todos los caracteres, éste es el más airado y el menos intimidado por la ira.
No es marcadamente vengativo; por el contrario, el individuo responde airadamente en el momento y supera rápidamente su irritación.
La venganza que está más presente en el eneatipo VIII es una venganza a largo plazo
El fenómeno sádico de disfrutar con la frustración o humillación de los demás
Antisocial ==> rebeldía
Lo mismo se puede decir de la dominación, la insensibilidad y el cinismo, junto con sus derivados.

Rebeldía
E8: es el prototipo del activista revolucionario.
Fuerte oposición a la autoridad, sino un menosprecio de los valores impuestos por la educación tradicional.
Ser «malo» se convierte automáticamente en la forma adecuada de ser.

Dominación
Puede decirse que la hostilidad está al servicio de la dominación
Rasgos: «arrogancia», «búsqueda de poder», «necesidad de triunfo», «colocar a los demás por debajo», «competitividad», «actuar como alguien superior», etc. También desprecio por los demás.
La dominación y la hostilidad están al servicio de la venganza è se ha orientado hacia el poder en un intento de tomarse la justicia por su mano.

Insensibilidad
Rasgos de rudeza: «confrontación», «intimidación», «implacabilidad» y «encallecimiento».
Estilo de vida agresivo, no compatible con el miedo o la debilidad, el sentimentalismo o la pena.
Desprecio por las cualidades opuestas de debilidad, sensibilidad y, particularmente, miedo.
Característica de correr riesgos exagerados, mediante la cual el individuo niega sus propios miedos y da rienda suelta al sentimiento de poder generado por su conquista interna.
Ha aprendido a desarrollar ansiedad como fuente de excitación y, más que sufrir, ha aprendido -por un fenómeno masoquista implícito- a sumirse en la absoluta intensidad de ésta.
Placer, la ansiedad -y/o el proceso de endurecimiento contra ella è se ha convertido, más que en un placer, en una adicción psicológica, algo sin lo cual la vida parece sosa y aburrida.

Embaucamiento y cinismo
Actitud cínica hacia la vida de la personalidad explotadora
Modo de ser y de una visión de la vida como una lucha «a uñas y dientes»
E8 es más descaradamente engañador que el E7 y es fácil verlo como un estafador

Exhibicionismo (narcisismo)
Son entretenidas, ingeniosas y a menudo encantadoras, pero no vanidosas en el sentido de preocuparse por lo que aparentan. Su seducción, fanfarronería y demandas arrogantes son conscientemente manipuladoras, constituyen un engranaje dispuesto para ganar influencia y altura en la jerarquía de poder y dominio.
También constituyen una compensación de la explotación y la insensibilidad, una manera de ganarse a los demás o de hacerse aceptables a pesar de sus rasgos de irresponsabilidad, violencia, invasión, etc.

Autonomía
Junto con la característica autonomía del E8, está la idealización de la autonomía, un correspondiente rechazo de la dependencia

Predominio sensomotor
Predominio de la acción sobre el intelecto y el sentimiento, porque éste es el más sensomotor de los caracteres.
Orientación hacia un «aquí y ahora» es un aferramiento lujurioso al presente y una impaciencia excitada ante el recuerdo, las abstracciones o las anticipaciones ==> Es consecuencia de no tener por real nada que no sea tangible y estímulo inmediato para los sentidos.



MECANISMOS DE DEFENSA
Se esfuerza en mantener una asertividad y una agresividad excesivas para evitar una posición de indefensión «femenina», una indefensión que implicaría sumisión a las constricciones sociales y una renuncia a los propios impulsos.
También, para compensar los sentimientos de culpa, vergüenza y falta de valor que evoca su desconsideración hacia los otros, el individuo ha puesto en marcha un proceso de negación de la culpa y de represión (en un sentido amplio de la palabra) del superego, más que del ello.
Los rasgos de rebeldía pueden entenderse como identificaciones inversas con los comportamientos y actitudes que esperan la sociedad y los padres.
E4: continuamente trae a su psique malos objetos como cuerpos extraños
E8: es todo lo contrario de alguien que quiera tragar: está más dispuesto a vomitar lo que no esté de acuerdo con sus deseos.
Capacidad especialmente desarrollada de mantener el dolor (físico) fuera de la conciencia.
A un nivel psicológico supone una relativa insensibilidad a la vergüenza y explica una aparente falta de culpa.
Esta insensibilidad está detrás de la típica atracción de los lujuriosos por la ansiedad y el riesgo, que no es evitada sino «sádicamente» transformada en un estímulo, en una fuente de excitación (un acto de sadismo contra sí mismo).

 OBSERVACIONES ETIOLÓGICAS Y OTRAS CONSIDERACIONES PSICODINÁMICAS
Fuertemente apoyado por su propia constitución.
En otros casos, el estímulo de la rebeldía fue un padre tirano perteneciente al eneatipo VI, que constituye un trasfondo comprensible para alguien que no es sólo rebelde, sino que ha aprendido a sobrevivir por medio de la intimidación.
Siente que la «prueba del amor» está implícita en la disposición del otro a dejarse poseer, dominar, usar, y -en casos extremos- dejarse pegar. Consiguientemente, todos estos comportamientos y actitudes se convierten, con el paso del tiempo, en substitutos del amor.

 PSICODINÁMICA EXISTENCIAL
El sobredesarrollo de la acción al servicio de la lucha en un mundo peligroso en el que no se puede confiar es quizá la manera fundamental en la que el carácter del E8 no llega a constituirse como plenamente humano.
La lujuria implica un empobrecimiento de las cualidades de ternura y sutilidad, lo cual resulta en una pérdida de la totalidad y, por lo tanto, en una pérdida de ser è en su impaciencia por la satisfacción, desplazara su objetivo hacia una noción excesivamente concreta de placer, riqueza, triunfo, etc., sólo para descubrir que este logro, sustituto del ser, le deja para siempre insatisfecho, anhelante de intensidad.
La situación puede explicarse mediante el paradigma del violador una extrapolación de la visión lujuriosa que el depredador tiene de la vida. Ha abandonado la expectativa de ser querido, por no mencionar el amor. Da por hecho que sólo conseguirá lo que él tome. Como tomador, no podría triunfar si tuviera que preocuparse por el capricho de los sentimentos de los demás. La forma de ser un ganador es clara: poner el ganar por encima de todo lo demás; igualmente, la manera de satisfacer las propias necesidades es olvidar a los demás.
A pesar de parecer dado al contacto, comprometido y rebosante de intensa emoción, E8 (y E5) pierde la experiencia del valor y del ser mediante la pérdida de la relación
El paradigma del violador también puede servir como fondo para tratar más adelante la apariencia del ser, que el eneatipo sádico no sabe que persigue. La concreción de un deseo que es excesivamente sensorial (aquí un interés por el placer sexual no acompañado de un interés en la relación) es una imagen con la que podemos mostrar cómo la concreción del saludable impulso de relacionarse, lejos de orientarse hacia la realidad de la situación, supone una evidente falta de realidad psicológica. La situación implica una sexualización de la personalidad centrada en la lujuria, como resultado de la represión, negación y transformación de la necesidad de amor.
Aunque pueda estar oculta tras la expansión entusiasta, la alegría y el encanto seductor del lujurioso, es la pérdida de la relación, la supresión de la ternura y la negación de la necesidad de amor lo que origina la pérdida de totalidad y de sentimiento de ser.
Persigue el ser en el placer y en el poder para encontrar este placer, pero por la insistencia en el exceso de poder se hace incapaz de recibir, siendo así que el ser sólo se puede conocer con una actitud receptiva ==> alimenta su lujuriosa búsqueda de triunfo y otros sustitutos del ser.

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