sábado, 21 de marzo de 2015

Sesión 28/8

No deseo ya relatar las sesiones enteras, supongo que se ha notado últimamente.
Siento dentro de mi que cuanto sucede en las sesiones es algo nuestro, íntimo, que no deseo que los demás sepan.  Quiero que quede solo en mi recuerdo.
Pero si que me apetece dejar aquí la reseña de aquello que ha sido algo señalado, o algo que deseo recordar. 

Cuando él quiere, me entra en la sesión deslizándome sin darme cuenta en una danza que empieza suave y va subiendo en intensidad.
En esos momentos dejo que mi cuerpo se apoye en el suyo y que me meza como si fuera bambú.
Le huelo, le siento, lo disfruto.
El me muerde, me pellizca, me toca, me mece.

Hoy lo ha hecho y como siempre me ha encantado. 
Ha sido empezar y ya he empezado a guarrearlo todo, sin tiempo a nada.

La sesión de hoy ha arrancado con una consigna:   Tenía completamente prohibido no solo hablar, sino gemir ya fuera de dolor o de placer.  Debía tragarme absolutamente cualquier manifestación que significara ruido.  Lucca deseaba silencio absoluto en la sesión.
Lucca era como "el hombre que susurraba a los caballos", casi no hablaba y lo hacía flojito en mi oído.

El kit pedido para hoy llevaba pocas cosas y algunas tampoco las hemos usado.
Su mano me golpea con más fuerza que la fusta.  El impacto, el golpe, el dolor y las consecuencias después son distintas a la de la fusta o la vara.
Tenemos uno de esos estimuladores gigantes que van a 9.000 rpm, pero en realidad yo disfruto inmensamente más con su pollón que con el estimulador.
Debe tener alguna connotación psicológica.

Creo que a Lucca le gustará que relate una pequeña cosa que ha sucedido hoy.
Lucca ha escupido en mi coño y al mirarme ha visto que yo abría la boca.
Ha entendido perfectamente el gesto.  Ya no necesitamos ni hablar.
Lucca ha escupido directamente en mi boca abierta y lo ha repetido un montón de veces, no sé si para asegurarse o para disfrutarlo.  Supongo que al principio para lo primero y después para lo segundo, aunque conociéndome como ya me conoce, quizás lo ha disfrutado tranquilamente desde el principio.

No sé si es por los 6 meses que lleva educándome pero hemos llegado a un estado en que él disfruta mucho y yo con él.  
No sé, si él disfruta viéndome chorrear y disfrutar o yo disfruto viéndole disfrutar a él, pero no paramos ninguno de los dos.

Por poner solo un ejemplo ....... no recuerdo (claro como mi mente flota y desaparece) si era su segundo o su tercer orgasmo, cuando se ha quedado de pié a mi lado y yo me he abrazado a sus piernas poniendo mi cara en su sexo, oliéndole.
Solo notando como le olía, la polla de Lucca ha vuelto a reaccionar y el juego ha vuelto a empezar sin descanso siquiera, solo el tiempo de olerle.

El slave day del otro día y hoy han sido encuentros con una intensidad de placer, como jamás la había vivido con nadie en toda mi vida y con mucha diferencia.
No he podido evitar darle las gracias por ello.

El coño y el culo han quedado, como últimamente, inflamados, ya no podía ser follada más tiempo xD

Hace 4 horas que ha terminado la sesión.  Me he duchado, enjabonado, pero mis manos siguen oliendo a Lucca y a su pollón.

Lucca está lesionado de trapecio, pero se ha esforzado infinitamente.
Gracias, muchas gracias.


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