viernes, 20 de marzo de 2015

Sesión 16/6/14 por Luca

Aunque era un día complejo me organicé para completar el castigo de la perra y darle una sesión de adiestramiento que esta vez se basaría en una larga sesión de sexo bizarre simplemente porque quiero conocer hasta donde llegan los agujeros de la perra y adiestrarla en sesión de bizarre de larga duración. Mi cálculo era de dos horas de duro sexo bizarre .

Esta vez la primera parte era de castigo.  La perra debería salir de su zona cómoda de entrega absolutamente pasiva,  para trabajar la parte de sumisa activa y emprendedora de situaciones,  para ello tenía una hora en total libertad para mostrarse como un puta sumisa que debía excitar a su Dom, el cual se mantendría impasible observándola en sus ejecuciones en que debía mostrarse como una puta y así pagar su falta de alineamiento conmigo.

La perra llega como siempre antes que yo, que llego a las 11:35.
Allí la puta como le ordené debía estar vestida lo mas puta que supiera ponerse.
Entro y la saludo “ hola puta perra ya estoy aquí después de una mañana intensa, espero que desarrolles bien tu castigo”.
Ella está de espaldas semidoblada por la cintura y con el culo en pompa.
Me siento en una silla y enciendo un cigarro mientras le ordeno que empiece a mostrarse como una puta.

Ella está nerviosa le cuesta empezar, esta sudando y veo que lo pasa mal.
Eso es lo que quiero que sepa,  que ese es su castigo por haber pensado que estaba hablando con cualquier hombre de la calle. con poco respeto, egoísmo e intentando negociar con su Dom cosas que le he repetido por activa y por pasiva que sin innegociables,  que no son aceptadas bajo ningún concepto,  son las reglas básicas del funcionamiento del Dom, y no pueden ser alteradas los más mínimo. Es la regla básica de "o lo tomas o lo dejas".

Ella se acerca y empieza descalzándome para que esté cómodo  y le ordeno quitarme la camisa ya que hace calor.
Ella no solo me quita la camisa,  sino también los .  Me quedo en slip durante un momento mientras la perra empieza a besar mis pies, dejándolos con su pintalabios pintado como una mona.
Me enfado, porque luego con esa ropa debo seguir trabajando y no quiero que se manche.
Le ordeno quitarse el pintalabios que destiñe terriblemente y que siga trabajando con una perra putona sucia y guarra.

Ella sigue mostrándose tímida,  sudorosa,  sin un buen tempo en su ejecución,  le falta practica,  latencia en sus acciones.
Entonces decide  usar una cuerda que tiene atada a un extremo de la argolla de la cama.
Esa cuerda la pasa por su coño y me la ofrece.   La cojo y ella la aprieta hacia arriba para que se le clave en el coño.   De forma torpe ya que se le suelta, en ocasiones depende de cómo se pone no llega la cuerda, resumiendo una falta absoluta de soltura y análisis de la disciplina.
En ese momento viendo que no está acertando con su proyección mental de cómo debería ser,  la puta decide agarrase a su instrumento preferido, mi polla.   Sacando los slips me deja desnudo lo cual me va perfecto ya que he llegado acalorado y ella empieza a chupar, a lamer a trabajar como una puta de calle que mama una polla de forma gratuita porque es su trabajo.
La polla se me pone dura y ella en ese momento decide auto disciplinarse con juegos,  empieza con las pinzas en su coño se tumba sobre la cama, se abre de piernas y empieza a tocarse el coño, le coloca algunas pinzas y se levanta ofreciéndome la cuerda de las pinzas y tiro de ella, de su coño, mientras ella de pie, aguanta, mirándome, intentando mostrarse puta y aguantando en silencio el trabajo de tirones del Dominante hasta que se sueltan, la puta aguanta ya que su plano pasivo lo lleva correctamente.

De nuevo recoge una ristra de pinzas y dibuja una línea de pinzas en cada pecho.
De nuevo el tempo es pésimo las cuerdas se engarzan entre las pinzas y le cuesta desarrollar la dinámica de forma fluida.   Sé que es una mezcla entre la incomodidad y los nervios.
Y que la disciplina que busca la perra no es básica sino que requiere una preparación anterior, el alineamiento de las pinzas en línea, para luego desarrollar el ejercicio de forma fluida.

En resumen me da las pinzas, me gusta que me ceda las cuerdas de la traca de pinzas como se denomina comúnmente el tira de ellas.
La puta las ha colocado bien y aguanta bien los tirones.
Empiezo a excitarme, mi pollón se pone duro y ella lo nota, lo mama y traga,  mientras tiro de las pinzas. Ella empieza a saber que está proyectando la puta que espero de su castigo, ya que el indicador de perversión es mi pollón excitado y el plano en el cual la tengo a ella, me da intensidad en la mirada
Ella se retira y me mira, parece que ya está entrando en el plano y sé que ella espera una acción mía, ya que ella no se encuentra cómoda con mi pasividad y tomando ella la iniciativa.

En ese momento con un intenso tirón, despego las tracas de pinzas de sus tetas de puta sucia..ras ras….desaparecen las pinzas de sus tetas mientras ella inspira de manera intensa, pero callada, acepta el segundo de punción que eso provoca.
Ella empieza a estar pendiente del reloj ya que su acción debe durar una hora y aun le queda.  Me pide que pare el tiempo de castigo, pero le digo que aún le quedan 20 minutos.

La perra intenta de nuevo una disciplina,  empieza un Deep proof  y lo desarrolla como una verdadera puta ya que la he adiestrado para que lo ejecute de forma impecable durante estos  meses.
Ella al principio, en sesiones outdoor, no conseguía tragar la totalidad de los 20 cm de mi pollón, pero a estas alturas ha conseguido ya ajustar su clotistráquea y esófago al duro trozo de carne.
Lo traga en sesiones cortes de 4, 5 o 8 segundos y hasta en 15 o 20 ocasiones.   Eso empieza a considerarse por los amos expertos como un Deep proof de calidad y correctamente ejecutado.
Ella sigue con su Deep proof, su piel se eriza completamente en varias ocasiones y su respiración se acelera.
Cada vez que la puta literalmente se ahoga, se mea al mismo tiempo... como los que son ahorcados.     En cada ahogamiento le sale un chorro de meado corto pero con mucha presión, no puede evitarlo.    Así que se ha meado 15 o 20 veces en el suelo.   Excelente.
En ese momento a falta de 10 minutos de la finalización del castigo le decido perdonar los 10 minutos.

Empiezo entonces su sesión de adiestramiento así que me pongo el slip y recojo el gato de piel diciéndole "perra ahora vas a ser la perra sumisa y servil que necesitas ser y como siempre te someteré a mi adiestramiento y disciplina para que seas mejor.   ¿Sabes que es lo primero que me  gusta verdad sucia perra?"
Ella ya en ese momento tiene negada el habla por lo que solo asiente con la cabeza. 
Perfectamente educada ella sabe que cuando es adiestrada se le niegan dos premisas básicas el habla y los quejidos, debe tragarse su dolor, su sufrimiento,  para ser mejor.    Su adiestramiento debe aceptarlo en silencio para que sea aun de más valor. Lo que más me molesta son las sumisas chillonas y escandalosas. Más cuando el trabajo no es de nivel alto e intensidad máxima, no me gustan las perra teatrales.  Lo que más valora el Dominante es una perra abnegada y sufrida que interiorice su actividad.

La azoto.   Empiezo a azotarla apoyada  con las manos contra la pared.    Ella mancha la pared por la cantidad de maquillaje que lleva y de nuevo eso hace que deba romper la dinámica.  Me enfado de nuevo y limpio la pared.
La separo,  la azoto con la pala, para dejarla de mi color preferido.
Ella empieza a llorar en silencio, quedamente.  Se relaja y en ese relajarse está soltando con lágrimas toda la presión que ha soportado en su castigo.   No me preocupo y sigo tocándola, apretándola.   Decido hacerla volar.
Empiezo a sumergirla dentro de sí, la toco, me aprieto contra su cuerpo y la empiezo a hacer volar.
Noto como se va, como se abandona, como empieza a volar.
La agarro del coño para mis perversiones, la pajeo, le meto los dedos.
Ella como siempre sucia y meona suelta algún chorro.
En ese momento lleno mi mano de vaselina y empiezo un fisting vaginal, de pie.
Ella empieza sus soplidos, flexiona sus rodillas y empieza a tener orgasmos vaginales, hasta que empieza a arrodillarse,  hundo más la mano en su coño hasta hundir todo el puño en su vagina, fisteándola.  Ella acaba arrodillada en el suelo y una gran meada sale de su coño fisteado, mojando todo el suelo y la colcha.
Se queda de rodillas orgasmando como una posesa, está volando y su pulso esta acelerado en ese momento por lo que decido bajar la intensidad.



Le ordeno tumbarse sobre la cama para que se relaje y ella cerrando los ojos de repente bluffffff… relaja su cuerpo.   Sus piernas empiezan a relajarse, a estirarse y las manos pasan de estar tensas a abrirse relajadas.   Así la mantengo 5 minutos.

La observo encendiendo un cigarrillo y observo sus pezones erizados,  su coño de sucia perra semiabierto, los labios hinchados por la disciplina.   Ella con los ojos cerrados, con cara de tranquilidad, una pequeña sonrisa se dibuja en su cara.    Cojo de nuevo el gato y mientras fumo la azoto ligeramente para que despierte de su letargo y sepa que de nuevo va a tener que empezar a entregarse a mis perversiones con el fin de ser más dura, obtener ese nivel de bdsm que el Dom, exigente, busca en su perra.    Ella debe tener sesión cada 1 o 2 semanas para crecer y convertirse en una esclava tal como la proyecto.

Empiezan ligeros azotes, en sus piernas, en su vientre, en sus pechos  y le ordeno ponerse de pie.
Ella obedece al instante dando un salto ágil de la cama,  como diciendo voy Amo se que me está reclamando y la perra está descansando después de lo que ha costado organizarme mi sesión de aprendizaje.

Esta vez de pie, manos atrás empiezo a soltar la mano, cruzo el gato por sus tetas, luego por su culo, espalda.   Secos y concretos, la abro de piernas y le azoto el coño.   Ella va cerrando las piernas para intentar que el gato castigue sobre zonas diversas y así repartir la intensidad, pero le ordeno “abre las piernas perra, no quiero volver a repartírtelo”,  ella como un automatismo aprendido las abre, no hace falta que la ate y tenga sujeta,  ella sabe que me gusta ver como ella acepta sin excesivos impedimentos.

De esta forma el culo de la perra esclava va tomando color rosado, con marcas a tiras más intensas producido por los azotes que le hago de forma que el cuero del gato impacte de refilón en su culo, creando el efecto quemazón tan difícil de conseguir si no manejas el gato como un semilátigo.

En ese momento, ella empieza a contornearse por los azotes buscando ofrecerme un rincón no azotado para así descansar las zonas de su entregado cuerpo que están ardiendo.

Ella sabe que esa perversión de spank intenso me excita y mira al suelo intuyendo que pasaré a una perversión mayor.    Así es, empieza a conocerme y a estar totalmente en mi plano.    Con voz intensa le digo:  “ sucia perra, estoy excitado.  Ponte a cuatro patas ofreciéndome tu puto coño mojado, te voy a romper el coño y el culo “.

Ella se coloca sobre la cama a 4 patas pero con sus brazos extendidos en posición perra.    La presiono con intensidad en su espalda y la obligo a morder la cama con su boca, ya que la quiero con su culo en pompa lo mas tensado posible para de esa forma tener su piel y los músculos de los glúteos bien tensados.    Su agujero del culo y su coño se muestran sumisos y abiertos ante mí.

Empiezo así su entrenamiento de sexo duro y bizarre.    Decido ver hasta donde es capaz mi perra de aguantar su entrenamiento.    Decido adiestrar sus agujeros y prepararlos para mayores perversiones.

En ese momento saco mi mástil duro y excitado, lleno de sangre y venas.    La embisto como un semental primitivo enviste a su hembra a fin de someterla.  La naturaleza es sabia y ambos empezamos la comunicación sagrada de la dominación y sumisión más ancestral .

La follo con golpes duros, bastante duros.    La perra coge con fuerza la colcha, aguantando las embestidas del dominante alfa que de nuevo golpea su coño.    Mis huevos llenos de semen crean una música especial al chocar contra su perineo…clash…clash..
Ese golpe de intensidad que en muchas ocasiones suena a hueco, se mezcla con la música clásica que suena de fondo hasta el punto de apagarla y solo oírse los chasquidos de los huevos contra la perra y el golpear de mis duros abdominales contra en culo en pompa de la sucia perra entregada.

Termino con su coño y sigo con su culo,  la follo con dureza, sin parar, a diferentes intensidades.    La saco del culo, le llevo el coño de nuevo, mientras con mis muslos voy obligándola a que poco a poco vaya abriendo más sus piernas, forzándola, para que se sienta más forzada, para que sienta más mi dominación. La perra balbucea frases en voz baja que solo entiende ella, como rogando a su Dios, que no termine ese castigo.    Cogiendo mi mástil, le desgarro el coño  y el culo.    La saco del culo y la meto en el coño manteniéndola así durante aproximadamente 30 minutos y abriéndole tanto las piernas que termina casi pegada a la cama.

Mi pollón está a punto de sacar leche, pero decido tener un autocontrol.   La saco y la azoto con la mano en el culo, y en ese momento decido que debo marcarla con mi leche. Le levanto el culo de nuevo y poniéndome de pie sobre la cama la follo como follaban los nehandertales, de pie semiflexionado sobre su culo, como somete el dominante de la mañana a su hembra preferida.

Unos diez minutos más tarde  saco el mástil de su culo para regarla y así es, 3 grandes borbotones de leche caen sobre su culo rojo y le chorrean por las nalgas bajando por las ligas y las medias.
Aullo  y me pajeo para terminar de sacar la leche.

Le ordeno que se tumbe en la cama boca arriba.    La perra esta tensa de nuevo y con la respiración sobresaltada provocada por unos cuantos orgasmos que ha tenido y que le han hecho mear de nuevo la colcha.
Es una puta perra meona que cuando se corre se mea.

Descanso 2 minutos y mientras ella está en la cama decido que es el momento de adiestrarla en la perforación de pezones con hipodérmicas.

Desempaqueto 4 agujas, me dirijo a ella que no sabe lo que ocurre, está medio en trance.   Sobre ella coloco mi pollón de nuevo en su boca para que acabe de limpiar los restos de leche y mame como una perra para volver a trabajar el bdsm sexual.

Encuentra la polla en su boca y agradeciendo el manjar empieza de nuevo su trabajo.   Reconozco que cada vez es mejor, se esmera más, la traga mejor, coloca su lengua debajo del glande acolchando la mamada, empieza a estar adiestrada en ese trabajo. Ella lo sabe y se recrea.
De repente me coloco sobre ella de rodillas con la polla en la boca y le atravieso el pezón izquierdo con una aguja hipodérmica.   Ella se estremece pero no para de chupar.   Pienso que para mi es perfecto, ese es el plano.    Cojo de nuevo otra y la cruzo sobre su pezón en forma de aspa.    El pezón queda perforado.    Sigo con el otro, la perra gime ligeramente, pero no para de chupar el pollón y de nuevo cruzo las hipodérmicas en el otro pezón.   Excelente espectáculo.
Así que de nuevo  decido que es momento de darle más bizarre duro para seguir su entrenamiento y disciplina.   Miro sus pezones erizados por las aspas de hipodérmicas,  me abalanzo sobre ella y la follo de nuevo.    Ella se corre al compás del bombeo mientras  noto cada contracción de su coño aprisionando mi pollón.    Así la follo durante 15 minutos aprox.
Ella empieza a tocarse el clítoris de forma espontánea ya en su subspace particular.    Sus ojos abiertos con las pupilas totalmente dilatadas me miran sin verme siquiera.   En ese momento decido subirla más al subspace por un rato intenso, será la primera vez que la perra esclava esté en su subspace con la técnica del bizarre hipodérmico.

Saco el pollón de su coño meado y mojado de fluidos.    Le perforo el culo con dureza mientras muevo las hipodérmicas, las clavo hasta el tope de plástico,  las muevo,  tira de ellas,  la perra sufre y goza.    Se produce la dualidad primero cada x minutos, reduciendo en tiempo, no paro de follarle el culo.   Gotas de sudor caen sobre la perra por mi esfuerzo físico pero  estoy entrenado para ello, para estas prácticas de intensidad máxima.    La perra en un momento determinado desaparece y ya sé que está en su subspace.    Sé que ahora puedo hacer con ella lo que quiera y decido comprobarlo.

Quito una aguja de su pezón, siempre sin parar de follarla y la clavo en su pecho hasta el tope.
La saco de nuevo y la vuelvo a clavar más arriba.  Lo repito en reiteradas ocasiones.
La perra ya ha desaparecido  y  la dejo clavada.   La sucia perra esclava ya no está, lo sé.   Después de 15 minutos mas así, saco toda mi lechada vaciándome en su culo.

Ella de repente con los borbotones de leche en su culo regresa, medio asustada y aturdida.  Me doy cuenta y descabalgando me alejo dejándola de nuevo aletargada.    Le retiro con cuidado la agujas y la dejo descansar mientras ella dibuja una sonrisa y se queda relajada, muy relajada.

Los juegos de bizarre continúan durante las dos horas que tenia previsto.
La levanto para que termine con su lección mejor aprendida el Deep proof.    Me siento en una silla y ella está 15 minutos más entrenándose, dando arcadas, salivando en el suelo hasta que por tercera vez masturbo mi pollón y le ordeno que se pajee el clítoris.   Quiero que comulguemos en un orgasmo bizarre conjunto.  Mientras masturbo mi pollón, sacudo con él su clítoris duramente.

A los 5 minutos  eyaculo de nuevo en su cara y su boca.    Ella recibe el manjar de su Señor y traga toda la leche que la nutrirá para ser mejor, mientras se corre clitoriánamente.

Le ordeno que se asee ” perra ha terminado tu adiestramiento por hoy”.


Después de tres horas de intensa sesión salimos y nos dirigimos a nuestros quehaceres diarios tras una nueva sesión de castigo y adiestramiento bizarre que hoy le he inculcado.


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