miércoles, 25 de marzo de 2015

Sesión 14/11 por Luca

Había tenido una semana intensa negociando y defendiendo mi postura profesional en una situación tensa en la cual podía tanto ganar como perder posicionamiento.
Esa tensión se acumuló en mi cuerpo y mente como cuando un  guerrero libra una batalla sabiendo que se juega la vida;  y cuando sale victorioso, vivo, tiene una mezcla de euforia, stress mental y físico que debe expulsar por alguna válvula de escape de su cuerpo.

Así que en esa situación y en un momento de descanso conecto con mi perra esclava . Sé que mi sucia perra está allí,  siempre disponible.

Se abre la ventana digital y como de costumbre tarda apenas unos segundos en responder.
Bien mi perra sumisa esta donde debe, expectante y atenta a la voz de su Amo.
Después de cruzar unas cuantas frases le ordeno inesperadamente, que el viernes esté donde, a la hora y en el lugar que le ordeno.
Así de simple debe ser y así será.
Le doy 5 órdenes concretas y concisas, y por supuesto sé que no tendrá ni un fallo.
Mi esclava  empieza a estar bien adiestrada y educada después de meses de intensa labor,  mi esclava las ejecutará a la perfección,  como hace últimamente,  ya que ella sabe que soy estricto, severo y me gusta todo tal como lo proyecto en mi mente.

Sin más rodeos. Lugar, día y hora.
Mi perra sumisa y entregada solo dice la frase que yo espero: ”si mi Señor, así será como usted ordene”.
Mi perra sabe que vuelvo del frente de librar una batalla y mi perra  sabe que debe estar allí bajo mi yugo para que me sienta una vez más,  realizado,  orgulloso y satisfecho de ella, al mismo tiempo que, mi perra esclava sabe que su abnegación y entrega son los valores principales que espero de ella,  los que la harán mejor ante mis ojos.

Llega el viernes la perra confirma que no hay ningún imprevisto, como de costumbre en un mensaje corto y conciso sin una letra de mas como sabe que me gusta,  le confirmo que estoy en camino y llegaré puntualmente a la morada de contacto
Previamente por mail le he dado los detalles del encuentro:   Código de vestuario, código de recepción , instrumentos necesarios y enunciados como quiero que vaya la sesión.

La perra conoce la metodología a la perfección y la ejecuta cada vez con más soltura y naturalidad.
Danza como una maldita posesa al son de mis órdenes y me consta que así ella se realiza en esta faceta de su vida.
Sin titubear, sin una palabra, en el más estricto de los silencios ya que sabe que la mayor virtud y lo que más admiro en mi perra es su capacidad de mantener silencio estricto en contra de su naturaleza de hembra parlanchina

Llamo al timbre y subo a la morada.
Abro la puerta entreabierta y cierro tras de mí.  La observo,  de rodillas en el recibidor con una blusa negra transparente que perfila sus pezones, algo maquillada pero sin estridencias tal como deseo.

Me paro frente a ella y mi perra abnegada realiza su pleitesía de rodillas besando mis zapatos para acto seguido besar mi mano, quedándose unos segundos oliéndola como necesitando impregnarse del olor  a macho dominante en el primer contacto.
Solo una frase sale de mi boca: "Perfecto perra es como esperaba que me recibieras, levántate".
Ella se coloca detrás de mi esperando que  realice alguna acción para danzar a mis pasos,  y yo avanzo.

Paso el  salón donde cruzo unas palabras con otra sumisa que es quien nos alquila el lugar de encuentro en contrapartida de un pequeño tributo por todos los servicios.
Cortésmente cruzo unas frases con ella y con mi perra detrás de mí, esperando recibir algún mandato.
Mi perra manos atrás cabeza agachada en silencio.
La miro en un par de ocasiones mientras charlo con la otra perrita y ella obediente,  prácticamente ni respira para que me sienta orgulloso de ella.

En ese momento siento el ansia de tenerla para usarla y con una frase directa me despido.
Mi perra se desliza sigilosamente hacia la habitación y se queda de pie inmóvil y esperando que yo mueva ficha.

En ese momento empieza la sesión real.
La observo,  pellizco sus pezones por encima de la blusa, golpeo su culo para ver como lo tiene ya que debe seguir sus ejercicios y su preparación física para aguantar la intensidad de las sesiones.  Noto sus piernas aceptablemente con tono y su culo como me gusta emerge por debajo de la blusa mientras la observo,  la aprieto,  la huelo.
Ella como siempre hace empieza a sudar debido a la mezcla de feromonas,  nerviosismo y del calor que disipa su cuerpo al sentirse cerca de mí,  al saber que va a ser usada en todos su aspectos, físico y mental por mí.

Sabe que primero le llegarán los castigos que le han sido asignados por sus faltas durante la semana por descaro,  por dudas o simplemente por no estar en el plano exacto que yo espero en un momento concreto. Se le puede llamar tiranía,  pero así es la dominación absoluta, exigente al mismo tiempo que inflexible.

Así que en posición de pie  tomo la fusta , una fusta de más de un metro terminada en una finísima punta que azota como si fuera un látigo en su terminación.
Primero la azoto con poca intensidad para que la perra sumisa tome contacto con ella y su blanco culo y piernas empiecen a tomar el color rosado, a activarse la circulación de la zona. 1, 2, 3, 5, 8. Y así hasta 25 azotes tanto en su culo como en sus piernas.
Mi perra se mantiene callada asimilando mentalmente que ese es solo el inicio del tobogán de azotes. Unos suben, otros bajan para descargar el dolor de los azotes.
Se mezclan con pellizcos en los pezones y el hundimiento de mis dedos en el coño de la puta perra esclava
El coño esta mojado casi a punto de una gran meada pero sigo mi concierto personal al son de la música clásica de Mendelson que suena en el portátil para atenuar el silbido de la fusta y los "zas" sobre la piel de mi perra sumisa.

Tras este primer castigo que tenia anotado en mi agenda que llevo de la perra,  debía administrarle la segunda tanda de castigo.
Esta vez utilizando el más viejo spanky que se conoce,  la de los azotes a mano alzada con la perra tumbada sobre mis rodillas con el culo en pompa, tal como nuestros tutores nos azotaban de niños cuando algo no estaba bien según su criterio.

Le ordeno: "túmbate sucia puta con el culo bien en pompa".
Ella obedece sin rechistar y su culo en pompa queda a la merced de mis azotes.   Primero con la mano abierta…zas …zas,  hasta 9 azotes dejan el culo de mi puta marcado y caliente para luego coger el cinturón y seguir con 7 azotes más.
Su culo de perra castigada está ardiendo,  bien marcado y considero que el correctivo ya es correcto.

Acto seguido la levanto y me quedo frente a ella.
Ella tiene el rimel de los ojos corrido, seguramente de alguna lágrima furtiva que no ha podido aguantar ante la intensidad de los azotes,  no de alta intensidad pero si de intensidad media-alta.
La perra empieza a estar sucia, despeinada, con el rimel corrido, sudorosa por el calor y la intensidad de los azotes y en ese momento me planto delante de ella.  Simplemente mirándola y quedándome quieto mi perra y adiestrada por más de 10 sesiones sabe lo que debe hacer.
Silenciosa y cuidadosa empieza a desabrocharme los botones de la camisa, me la quita y la ordena en un colgador para que no se arrugue.
Sabe que es uno de mis requerimientos.
Luego se sienta en una silla y sigue por  mis zapatos y los calcetines, empezando a lamer mis pies y a dejarme relajado ya que mi perra sabe que yo, su Señor, llego de viaje, tensionado y allí debe estar ella para darme paz y servirme en lo que considere.
Con el objetivo de que esté cómodo, sigue con los pantalones, colgándolos adecuadamente, para seguir con la sesión de forma que ni se arruguen  ni se manchen con los surtidores de sus fluidos ya que mi perra suele ser una puta meona cuando se la somete con intensidad.

Acto seguido enciendo un cigarrillo, como de costumbre cuando me relajo.
Me siento en una silla para disfrutar de un momento de paz y la perra sumisa educada desde hace muchos meses sabe exactamente sin cruzar una palabra que debe hacer.
En su plano siempre por debajo de mi cabeza empieza a lamer mis pies y mis piernas, como hacen las perras,  mientras yo voy fumando y me recreo quitando la ceniza del cigarrillo en el cuerpo de la perra.
Ella sabe que debe darse prisa y empieza a engullir mi mástil antes de que se termine el cigarrillo ya que así sobre mis piernas quedan sus pechos de puta, en línea con mi mano.
Traga como quiero y le ha enseñado, le quemo sus pechos, pezones y resto del cuerpo, mientras ella intenta contener los sobresaltos para que el Deep proof a su Señor no se vea afectado en absoluto.
Excelente perra y entrenada ya a niveles importantes ejecutando a la perfección el ritual que su Amo alfa le ha inculcado a base de mandatos y castigo, corrigiéndola con paciencia durante meses.

Tras eso empiezo con mis perversiones.
Levanto del plano inferior a la puta perra por el pelo y la empujo contra la cama
Ella sabe sin mediar palabra la posición en que debe colocarse y automáticamente se arrodilla poniendo su cara pegada a la cama y levantando su culo como una perra, esperando ser sometida.
La golpeo y azoto con las manos en su culo en pompa.
Sin mediar ninguna acción de aproximación le hundo el pollón en su coño mojado y con 4 duros golpes  la hago mearse.
La meada caliente de la puta perra sumisa y esclava me excita ya que noto el pollón caliente
Mi sucia perra no para de mear y de mojar la cama mientras, los duros golpes en su coño hacen salir chorros discontinuos pero largos de su coño.

En ese momento decido sodomizarla duramente y hundo el pollón ahora en su culo sin miramientos y sin compasión, como un alfa salvaje rompe a su puta perra.
La embestida hace que mi perra sangre un poco, pero ella sigue abierta pasiva y temerosa de moverse si no se lo indico
Soy un animal salvaje que envisto por su coño y su culo de forma desacompasada mientras pequeños gruñidos de instinto animal rompen el silencio en la habitación y la perra con la cabeza contra el colchón no hace más que resoplar, agarrándose con fuerza para no ser desplazada por mis golpes.

De repente mi sucia puta no puede aguantar más y de forma proactiva desliza su mano hacia su coño y mientras  la envisto ella se masturba a escondidas de manera convulsa.
Su coño se contrae una, dos, tres,  hasta en 5 ocasiones y esas contracciones vaginales hacen que saque de los más hondo de mis huevos 3 grandes chorros de leche que inundan todo el culo de mi perra.

Después de la gran corrida, como de costumbre,  me acerco a mi perra esclava y ella limpia el pollón con suma delicadeza tragándolo,  lamiéndolo,  para dejarlo bien limpio como le ordeno.

La dejo tumbada en la cama relajada y sucia con todo su culo corrido y en su boca los últimos restos de leche que ha sacado de mi pollón. Entonces cojo dos gatos para seguir azotándola ya que aun no he sacado de mi interior toda la tensión acumulada.

En ese momento con dos gatos, uno en cada mano, empiezo a azotar a mi perra, que esta de forma transversal estirada en la cama. No me hace falta atarla a las argollas que tiene la cama  ya que ella parece relajada y me regala su cuerpo para que saque de mi interior las perversiones y los azotes que necesito para quedar tranquilo y realizado a la vez que orgulloso de mi puta esclava.

Los azotes suben de intensidad hasta ir dejando el culo y la espalda de mi perra sumisa y esclava con ese color rosado que tan bien le sienta a mi perra.

Ella no se mueve ya que el ritmo de los azotes, le permite ir recuperando la tranquilidad detrás de cada tanda de azotes en su justa medida porque aún no quiero que suba la intensidad.
Por mi mente pasa la idea de darle 100 azotes.
Y después de unos 30 de ellos decido coger la fusta, esa fusta perfecta que parece un látigo y que la perra odia, pero sabe que con ella consigo que su cuerpo en los descansos de los azotes genere las suficientes endorfinas como para llevarla a una zona de placer.

Empiezo los azotes mientras con cada azote dibujo en su cuerpo figuras geométricas cruzando los azotes sobre el lienzo de su piel.
Las tandas son de 4 azotes medios y 2 medios alto
Empiezo a soltar la mano, ella gime, intenta tragarse el quejido ya que ella sabe que no me gusta que me perturben los gritos, palabras, quejidos, que hacen la mayoría de perras.
Quiero que mi perra sea excelente y que cada azote lo interiorice y se trague su válvula de escape que puede ser un quejido o un grito esa es una de las mejoras entregas que puede hacerle una puta perra esclava a su gran Señor que la somete con dureza pero al mismo tiempo con la sensibilidad justa como para tenerla azotada pero tranquila para que no se mueva.

Y siguen …cerca de 60 …. su cuerpo ya esta sesgado por figuras geométricas en forma de rombo, que han dibujado los azotes abultando su piel y dejándola en relieve.    Un relieve que le recordará a la perra por un par de días la entrega que le ha dado a su hombre Dominante, a su Maestro, a su Amo, a su Dios.

Sigo con mi perversión y con cada tanda de azotes estoy más relajado, pero al ver a la perra dibujada por mis manos, me pongo más excitado y en ese momento decido que mi pollón grande y duro, lleno de venas debe ser trabajado en un profundo Deep proof, táctica que le ha enseñado a mi perra.

Automáticamente me pongo con el pollón erguido por los azotes, delante de ella.
Mi puta me conoce y  automáticamente sin cruzar palabra se levanta y empieza trabajar para que su Señor quede satisfecho.    Ella traga pero no lo suficiente, ya que aun quedan unos 5 centímetros fuera de su boca y como le he enseñado necesito que la perra toque con su cara mi pubis y así de esta forma estoy seguro que tiene dentro de su garganta los 20 cm de mi dura carne.

Ella lo intenta mientras con cada intento que no lo consigue, la sigo azotando con la fusta en su culo en pompa al haber cambiado de postura para tragar.

Al final con esa perversión mi perra llega a los 100 azotes.
Su culo esta rojo, abultado, al igual que su espalda y sus brazos, toda ella esta azotada.
Entonces la dejo descansar ya que empieza a escupir su saliva espesa y pegajosa por las arcadas y algo de bilis de su estómago.
La dejo que termine de toser y relaje sus pulsaciones.
Entonces toco su culo, su espalda, que están absolutamente calientes, con una temperatura alta debido al calor que el cuerpo despide con los azotes.
La acaricio para que de nuevo sus endorfinas le calmen el dolor.
En ese momento ella se descarga sobre la cama en calma y  de manera inconsciente con el Amo de pie, ella realiza el primer viaje.
Empieza acariciando mi pierna suavemente mientras veo como empieza a despedirse de mi aún de pie, aun excitado con el pollón duro.   La dejo que empiece a levitar por la estancia, sus pies en tensión se relajan, empieza a cambiar la respiración, señal de que empieza a entrar en subspace y a los pocos segundos sus manos que acariciaban mis muslos tensos dejan de hacer ese pequeño movimiento.
Pienso…"adiós perra te dejaré disfrutar en tu personal mundo durante unos minutos"

De pie la observo, hay un silencio absoluto, solo algo de música muy baja, clásica envuelve la estancia, y así permanece unos 5 minutos hasta que decido que debe retornar, así que con voz firme le digo a mi perra…."puta vuelve a la sesión"
Ella aturdida levanta la cabeza buscando referencias de donde está.
Automáticamente se da cuenta de que se ha ido y para no perturbarme de forma automática se pone a 4 patas sobre la cama.

No se lo he pedido ni siquiera insinuado, pero mi perra sabe que se ha ido y delante de mi su instinto la hace ponerse a 4 patas sobre la cama.

Sonrío y le digo .."ahora vas a ser usada perra"
Poniéndola boca arriba y agarrando sus piernas,  clavo el pollón aun duro en su puto coño que está dilatado, mojado,  con el clítoris abultado y salido.   Así que la follo con dureza, le uso el coño, la empujo hacia arriba y la follo por el culo con violencia.
Tras unos minutos, de nuevo se marcha y pienso "esta puta perra se va constantemente" .
Decido que no es momento y que debe volver del subspace, así que con dos bofetadas la vuelvo a traer, mientras no paro de llenarle el coño con mi pollón.   De nuevo se mea, noto de nuevo una gran meada en mi polla.    En ese momento la cojo por el cuello y la ahogo.  Justo en el momento en que la ahogo mi sucia perra saca un chorro  que moja hasta mi pecho y en ese momento noto 3 o 4 contracciones de su coño que presionan mi pollón de  forma intensa.
Mi perra esta teniendo microorgasmos… 1…a los 3 segundos el segundo…y 10 segundos mas tarde otro más intenso…y el 4º orgasmo viene a los 6 segundos más con varias contracciones seguidas que aprietan mi pollón lo cuál consigue que le suelte una gran corrida.

Me limpio mientras le digo que es una puta perra sucia y que las perversiones de su Señor hacen que se corra, así que mi perra también disfruta con mis perversiones.    Pero a mi no me importa en absoluto ya que ella está para ser usada, para mi placer, pero su naturaleza le hace tener placer con ese nivel de entrega y castigo.
Por eso esta conmigo porque es una perra sumisa y esclava real,  y eso a ella le produce tanto placer o mas que si se la follaran 10 vainillas

Ella estaba muy sucia, su pelo revuelto, su cara con todo el rímel corrido de nuevo, todo el cuerpo su coño y culo llena de leche y fluidos.   En ese momento le ordeno que se asee no la quiero tan sucia y usada
Ella se dirige al baño para asearse.

La perra tarda y me impaciento
Después de 10 minutos regresa vestida para marcharse y le digo "puta perra quien te ha dicho que te vistas" …"mi señor lo siento creí que había terminado la sesión", responde.

Me enfado y le ordeno que se ponga de rodillas y mame el pollón hasta que saque la última gota de leche que tienen mis huevos.
Así se arrodilla y vestida mama durante 15 minutos.
Le ordeno que se ponga en la cama.  Le abro las bragas que lleva limpias para irse, las aparto de forma violenta de su raja del culo con un ligero chasquido de rotura.y la vuelvo a follar hasta que me viene de nuevo más leche, saco el pollón para echar la leche sobre su culo marcado y una pequeña gota de semen casi transparente sale de mi pollón duro pero sin leche.   Era mi quinta corrida, mi puta perra me había vaciado los huevos hasta la última gota.

La estuve usando y corriéndome durante mas de 2,50 horas, en las que me corrí hasta 5 veces para sacar todo el estress y la leche que tenia en mis huevos.  (He obviado algunas partes por falta de tiempo)

Así que decido que ya no puede bañarla más con mi leche y decido cerrar la sesión.  La perra se acaba de vestir y yo me ducho

Nos marchamos juntos, mi perra debe hacer un recado que le ha dejado pendiente la otra perra y yo me marcho con el tiempo justo para llegar a otro lado.



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