miércoles, 11 de marzo de 2015

TRILOGÍA DE AMOR, CARIÑO Y D/S

Me ha parecido interesante exponer algunas cosas en relación a diversos textos que estoy leyendo en algunos blogs que pretenden sentar jurisprudencia.

No hace falta ser ni medianamente inteligente, solo hay que saber leer.  Lo complicado es saber que leer y lo peor, a veces para cada uno, es asumir.    Pero solo reflexionando, imbuyéndonos en nuestro interior podemos conocernos, asumir y encontrar el camino.


Platón en su “Banquete” nos habla no de uno, sino tres tipos diferentes de amar. Tres formas de amor: Eros, Agape y Philia. 

Estas tres clases de amor, se interpretan según  diversas filosofías a:
-Amor de pareja, Amor fraternal, Amor a la humanidad.
-Las distintas fases a lo largo de una relación de pareja:  Al principio el eros "yo", después el agapé "tu", finalmente la philia "nosotros"

Eros, es la primera fase del amor en una pareja. Es un amor egoísta que busca la posesión del otro. Es la pasión, es el sexo y el erotismo. Es el amor de forma físiológica y apasionada, valorando el aspecto físico y corporal del amante.

Agape, el amor incondicional, profundo y reflexivo, en el que el amante tiene en cuenta sólamente el bien del ser amado. Es un amor empático, incondicional y altruista, siendo el amante quien predomina sobre uno mismo. El arquetipo Ágape valora los intereses y emociones de los demás por encima de cualquier otra consideración.

Philia, era el término griego para referirse al amor fraternal, que incluye la amistad y afecto. Se ha traducido con frecuencia como amistad, aunque parece que no queda excluida la relación sexual, según varios autores. Básicamente hay tres tipos de Philias:
Philia basada en las ventajas mutuas
(Amor de lo que es útil).
Philia basada en el placer mutuo
(Amor de lo que es placentero).
Philia basada en la admiración mutua
(Amor de lo que es bueno).
Estos son los antiguos arquetipos amatorios de la vieja escuela platónica. Pero Platón queda lejos y la psicología social de nuestra época recoge cuatro nuevos tipos de arquetipos amatorios además de las ya mencionadas propuestas platónicas:
Ludus.  Es el amor como juego: El amante en que predomina el arquetipo Ludus evita el compromiso y aunque no pretenda daño alguno para sus parejas, puede infligírselo por la diferencia de expectativas sobre la relación.
Storge.  Es el amor compañero: El amante en que predomina el arquetipo Storge valora el amor como una forma evolucionada de la amistad y encuentra importante que su pareja presente una afinidad de gustos, intereses y nivel de compromiso.
Manía.     Es el amor posesivo: El amante en que predomina el arquetipo Manía siente el amor de forma intensa y posesiva, llegando en casos a lo obsesivo. Este arquetipo amoroso se corresponde con el concepto occidental de romanticismo y como tal es ensalzado en la literatura romántica así como en las diversas manifestaciones de cultura popular.
Pragma.   Es el amor práctico. El amante en que predomina el arquetipo Pragma tiene claras sus expectativas ante una relación y espera, de forma práctica, que estas se vean satisfechas.
Relacionada:
Anteros, el Hermano de Eros. En la mitología griega Anteros es la personificación del amor no correspondido. El símbolo del amor desgraciado, la resistencia a amar, la venganza del amor desdeñado, el desamor.
Hybris, el exceso del orgullo. Es un concepto de origen griego equivalente a la “desmesura” y que en la actualidad alude a un “orgullo“ o “autoconfianza” exagerados, resultando con frecuencia en merecido castigo.   En la Antigua Grecia aludía a un desprecio temerario hacia el espacio personal ajeno unido a la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento violento inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por su carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por Ate (la furia o el orgullo).

En mi forma de vivir el D/s, hago una suma de ello así:

Eros:  Pasión, sexo, erotismo (la posesión del otro la busco solo sexualmente y ya contaré otro día)
     +
Agapé: Incondicional y altruista en que valoro sus emociones e intereses por encima de los míos.
   +
Philia: Amistad y afecto con relación sexual, e incluyendo sus tres tipos: admiración, placer y ventajas mutuas.

Tal parece que el Agapé y la Philia se pisoteen,  el interés de él por encima del mío, pero placer y ventajas mutuas.   Lo explico brevemente:   Cuando das y no recibes en la misma proporción se produce una  desproporción que motiva la insatisfacción de quien recibe menos y se rompe la pareja.  ¿Cuál es entonces la clave?  No puedo evitar el Agapé, pero necesito la Philia.   Doy cuanto soy,  dejo que él me compense en la misma proporción, y así se convierte en mutuo.
Y si así no fuera .......... hay que asumir ...........  haber elegido mejor.

Respecto a los nuevos arquetipos de la psicología social, me sumo al STORGE y al PRAGMA.



Dominación y sumisión
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Dominación y Sumisión, conocida también bajo sus siglas D/s, es un conjunto de comportamientos, costumbres y prácticas sexuales centradas en relaciones de consenso que implican el dominio de un individuo sobre otro en un contexto sexual o más genérico, parcial o global, limitado o indefinido en el tiempo. Es una de las prácticas del BDSM
El contacto físico no es necesario y puede incluso ser inducido anónimamente vía telefónica, email o servicios de mensajería on-line instantánea. En algunos casos puede ser intensamente físicos, a veces convirtiéndose en sadomasoquismo. En D/s, cada participante siente placer o disfrute erótico por el hecho de ser dominado o dominante. Aquellos cuyo estatus es superior son llamados "dominantes", amos (masculinos) o amas (femenino) y quienes adquieren la posición subordinada se llaman "sumisos" o subs (tanto hombres como mujeres).

Analizando ....................

Vaya!  si resulta que son unas relaciones sexuales!!!  No dice nada de amor ni de cariño ni de noviazgo.

Sorpresa!  dice que es el dominio de uno sobre otro!  Dominante sobre sumiso.  Donde el dominante disfruta su rol y el sumiso el suyo.   Donde el Dominante domina y el sumiso obedece.  Donde el Dominante decide y el sumiso acepta.

También habla de consenso.  Consenso que implica el dominio de uno sobre otro.  Por tanto cuando aceptamos esa relación, la consensuamos y aceptamos que uno domina y el otro obedece.  Una vez consensuado ............... sumiso a callar!.   Claro que siempre tienes un último recurso ...... finalizar la relación.


LA COCKTELERA

Así pues tengo una relación de D/s que es una relación puramente sexual consensuada.

No creo que haya que decir que previamente habré pensado con seriedad y profundidad si realmente necesito una relación de este tipo con todas sus variantes y algo más importante aún, si soy capaz de llevarla a cabo totalmente.

Por tanto como se trata exclusivamente de una relación sexual, necesitamos conocernos sexualmente.  Parece claro.  :)

No hace falta ir de excursión.

Ni hace falta que nos conozca de la A a la Z, porque no vamos a casarnos. (o si? o es lo que queremos pero no lo que decimos?)  Algunas parejas lo viven en convivencia si, pero ese es otro proyecto distinto, un proyecto de vida que algunos tienen la suerte de conseguir.

Así pues vamos a conocernos.  Ese test odioso del ¿qué buscas? ¿Cuánto mides? ¿qué te gusta? etc.   Un test que algunos aplican tal cuál.

Un test que a mi me gusta que sea una conversación continuada en el tiempo, en la que simplemente hablando van surgiendo las respuestas, sin hacer las preguntas.
Un tiempo en el que además vemos si hay feeling con la otra persona, aunque el feeling determinante siempre siempre será en real.

Un tiempo que sirve para juguetear sexualmente ya sea en la distancia e incluso físicamente para que ambas partes puedan ir comprobando si realmente cada uno es lo que espera, si cada uno recibe lo que necesita.
Un tiempo en que inevitablemente se conocen otros muchos aspectos de nuestro compañero.

Pero  craso error el leído por ahí, de pretender conocer al otro mediante salidas al cine o excursiones tratando de conocer al hombre ampliamente.  Eso queda para una convivencia.

¿Y la Dominación y sumisión en si mismas?

Recoloquémonos cada uno en nuestro lugar.

El sumiso solo debe conocer lo que el dominante desea.  Debe conocer sus movimientos, sus tics, sus gestos, sus tonos de voz, lo que se espera de él.  El sumiso debe facilitar la tarea del Dominante.

El Dominante debe conocer el carácter del sumiso, que le dispara, que le somete, sus defectos y sus virtudes, todas sus emociones, la rabia, los celos, la vergüenza, el pudor, el odio, como se enfada, como se deprime, como se estresa, como expresa su cólera, su alegría, su tristeza, ............... debe  ser un psicólogo y tener mucha empatía,  para sorprenderle, saber como va a responder, para saber como subirle y bajarle o darle mil vueltas.  Porque para dominarle necesita conocer todo eso, ineludiblemente.

¿Dónde queda pues el Amor? ¿O debo decir cariño o debo decir ............?
Queda en que empezamos con un feeling,
empezamos con una filosofía parecidas
empezamos con unos intereses comunes
empezamos con algunas prácticas que no son de interés para ninguno de los dos
empezamos con unas conversaciones y unos encuentros sexuales que ya nos van mostrando a ese hombre
empezamos creando la confianza mutuas (si mutuas, también puedo desarrollarlo)
empezamos viendo si nos gustamos y complementamos.

Pero no olvidemos algo .......  "que una persona sea rica, no significa que tenga intención de pagarnos" (eso me enseñó un jefe que tuve)  "que un hombre sea inteligente, no significa que tenga buena voluntad con el sumiso" "que un hombre nos cuente situaciones de su vida en las que haya sido maduro, responsable y consecuente,  no significa que vaya a serlo ahora con el sumiso".

Es eso, lo que leemos en muchas ocasiones de que el sumiso debe seguir siendo persona. (Dichosa palabra "somos personas" tan dicha y tan poco entendida).

Después lo que tenemos es que "el roce hace el cariño" y en estas relaciones no solo tenemos "roce", tenemos intimidad sexual (solo sexual, porque intimidad en una pareja abarca mucho más, abasca vulnerabilidad, abarca tu casa, tu cuenta corriente, tus objetivos, tus ....) y algo incluso más profundo que en un matrimonio convencional, la confesión de perversiones, sueños sexuales, .....

En un matrimonio convencional se tienen unos proyectos de vida y un respeto intimo.  En la D/s es distinto, no hay proyectos de vida, y ambos, la pareja, se imbuye, destripa y reconstruye algunas de las emociones, defectos o virtudes del sumiso y aunque no se diga ..... también del dominante.  Ah! si, y siempre buscando un bien común, aunque a veces haya equivocaciones.

Es en ese "roce", esa intimidad sexual, ese destripar emociones,  donde se crea un conocimiento mutuo total, y surge una emoción que no sabemos como llamar ninguno de nosotros, que llamamos cariño por no llamarle amor.  Que es querer, no es un amor de enamoramiento o como se entiende en los cuentos de hadas, ni un amor de proyecto de vida, es otra clase de amor, un amor pasional y amigo, cómplice pero desprendido.  Un querer.

Yo soy capaz de apreciar y sentir cariño por todas las personas del mundo, amo a mis hijos mi padre, pero querer solo quiero a quien despierta en mi esa forma de sentir.





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